EL DEBER
Tras una gestión con tropiezos y críticas para la industria hidrocarburífera nacional, considerada el sostén de la economía boliviana, toca empezar a sentar nuevas bases para contrarrestar la tendencia descendente de la producción, las fallas en la exportación y el aumento en la importación de combustibles, entre otros ámbitos que no fueron alentadores en 2019. Actores del sector y analistas suscribieron algunos temas pendientes y que podrían oxigenar a un sector golpeado para incentivar la producción de líquidos.
La presidenta de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), Claudia Cronenbold, señaló que urge la reactivación de campos maduros que reincentiven la producción, haciendo un estudio de cada caso y buscando perfiles de operadores que se ajusten a cada activo, además de otorgar condiciones aptas para la producción de líquidos.
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