Fuente: Mundo Marítimo

  

El proyecto considera una inversión de US$160 millones para almacenar 100.000 metros cúbicos y regasificar el equivalente de 8,5 millones de metros cúbicos de gas natural licuado por día. No obstante, la sociedad dice no contar con la certeza respecto de si podrá conectarse al Gasoducto del Pacífico, lo que es clave para el desarrollo de la iniciativa, informó el Diario Financiero.El conflicto entre las compañías nace en por un certificado de conexión que los antiguos dueños GNL Talcahuano obtuvieron en 2011 de parte de Gasoducto del Pacífico.

 

En la actualidad el documento es desconocido por la firma dueña del ducto.Debido a lo anterior GNL Talcahuano presentó un recurso de protección para aclarar si se reconocería un certificado de factibilidad de conexión que viene de 2011. Por su parte, Gasoducto del Pacifico descartó las acusaciones e invitó a la compañía regional a participar en una licitación abierta para ver interesados en tener acceso a la red, la que finalmente resultó desierta hace unos días, puesto que seis empresas adquirieron las bases, pero no hubo manifestaciones de interés.

 

GNL Talcahuano decidió no participar del proceso, ya que -según su punto de vista- el poco interés por parte de otras empresas revelaría que son los únicos interesados en tomar capacidad del gasoducto.En caso de no llegar a ningún acuerdo, GNL Talcahuano podría ir a la Fiscalía Nacional Económica. Esto, por la relación que la controladora del gasoducto tiene con otra empresa del rubro, que provee soluciones energéticas en base a gas natural argentino para la zona. Cabe señalar que diez diputados acordaron un proyecto de resolución que pide garantías para una mayor competencia en el mercado del gas natural en la región del Biobío y que solicitaría que las autoridades elaboren un informe sobre el cumplimiento del sistema de acceso abierto a nuevos actores.