El fabricante aeronáutico estadounidense ha decidido dejar de producir el modelo siniestrado.
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La grave crisis desatada en Boeing por los accidentes del modelo 737 MAX se ha cobrado la cabeza de su consejero delegado, Dennis Muilenburg. Criticado por la gestión de unos acontecimientos de por sí graves, en los que han perdido la vida 346 personas, Muilenburg había renunciado previamente a la presidencia ejecutiva de la compañía, pero mantenía el cargo de primer ejecutivo mientras las acciones del grupo no dejaban de caer.

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