Los 12 vocales que fueron posesionados ayer, ven como tarea principal la recuperación de la credibilidad del Tribunal Supremo Electoral (TSE), además de la confianza en el Órgano Electoral del país. Pero esta sala plena nació con el estigma del cuoteo político y una marcada influencia del exministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana a través del vocal Daniel Atahuachi con quien trabajó desde 2006.
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