Fuente: Gerardo Rabinobich
Por Gerardo Rabinovich.
Debido a los excedentes de YPF en el período estival, como consecuencia del incremento de producción en Vaca Muerta y de condiciones particulares […] defonline Ante la sobreoferta internacional y una remuneración insuficiente para los productores de Vaca Muerta, nuestro país se encuentra ante los desafíos de entender cuales son sus prioridades en hidrocarburos. Por Gerardo Rabinovich.
Debido a los excedentes de YPF en el período estival, como consecuencia del incremento de producción en Vaca Muerta y de condiciones particulares […] defonline Ante la sobreoferta internacional y una remuneración insuficiente para los productores de Vaca Muerta, nuestro país se encuentra ante los desafíos de entender cuales son sus prioridades en hidrocarburos. Por Gerardo Rabinovich.
Debido a los excedentes de YPF en el período estival, como consecuencia del incremento de producción en Vaca Muerta y de condiciones particulares del mercado interno, a fines del presente año, Argentina comenzó a exportar gas natural licuado (GNL), en una experiencia de aprendizaje y en forma ocasional bajo la modalidad spot . El mercado internacional de GNL tiene actores predominantes, tanto del lado de la oferta como de la demanda. Argentina no se encuentra en ese club de comercio internacional y es muy difícil que pueda ingresar a él en el corto y mediano plazo. Los actuales precios del GNL en los puertos de Europa, China o Japón se ubican por debajo de los seis dólares por millón de BTU (unidad térmica británica) y no se prevén incrementos relevantes en el futuro cercano. Con estos niveles, se obtendría una remuneración netback al productor en boca de pozo del orden de 1,5 dólares por millón de BTU, o menor a ella, cuando los costos en Vaca Muerta son sensiblemente superiores. Por otra parte, las inversiones en infraestructura necesarias para las grandes operaciones de exportación están fuera del alcance de las intenciones de los actores que operan en la Argentina.
“Las inversiones en infraestructura necesarias para las grandes operaciones de exportación de GNL están fuera del alcance de los actores que operan en Argentina” Es probable que YPF pueda continuar con estas exportaciones ocasionales. Sin embargo, en un período de alta incertidumbre en lo que respecta a las políticas nacionales en el sector energético, y con un mercado internacional de GNL sobreofertado –liderado por EE. UU., Qatar y Australia–, es posible pensar que el gas de Vaca Muerta tendrá como destinos prioritarios el mercado interno y, probablemente, exportaciones firmes en el mercado regional –Chile y Brasil, sobre todo– vía gasoductos existentes o mediante algunas ampliaciones de la red ya definidas.
El desarrollo de Vaca Muerta está ligado en forma prioritaria al incremento de la producción de petróleo crudo, que origine saldos exportables e ingresos de divisas en las cuentas nacionales. Ello se debe a las facilidades logísticas y comerciales que ofrecen los líquidos frente al gas natural, aunque también estos planes estarán sujetos a la situación macroeconómica del país (financiamiento a tasas de interés convenientes) y al precio internacional del petróleo, que, se estima, debería estar por encima de los 60 dólares por barril para que el negocio resulte atractivo.
“Las inversiones en infraestructura necesarias para las grandes operaciones de exportación de GNL están fuera del alcance de los actores que operan en Argentina” Es probable que YPF pueda continuar con estas exportaciones ocasionales. Sin embargo, en un período de alta incertidumbre en lo que respecta a las políticas nacionales en el sector energético, y con un mercado internacional de GNL sobreofertado –liderado por EE. UU., Qatar y Australia–, es posible pensar que el gas de Vaca Muerta tendrá como destinos prioritarios el mercado interno y, probablemente, exportaciones firmes en el mercado regional –Chile y Brasil, sobre todo– vía gasoductos existentes o mediante algunas ampliaciones de la red ya definidas.
El desarrollo de Vaca Muerta está ligado en forma prioritaria al incremento de la producción de petróleo crudo, que origine saldos exportables e ingresos de divisas en las cuentas nacionales. Ello se debe a las facilidades logísticas y comerciales que ofrecen los líquidos frente al gas natural, aunque también estos planes estarán sujetos a la situación macroeconómica del país (financiamiento a tasas de interés convenientes) y al precio internacional del petróleo, que, se estima, debería estar por encima de los 60 dólares por barril para que el negocio resulte atractivo.