La Iglesia católica argentina logró que ambos políticos se acerquen siendo polos opuestos.
EL DIA

A pocas horas de una cambio político que entra en la historia positiva de Argentina, los ciudadanos se sorprendieron ayer con una imagen inusual: un abrazo entre Mauricio Macri y Alberto Fernández, el presidente saliente y el entrante, representantes ambos de los dos polos políticos del país. A la convocatoria de la Iglesia respondieron rápidamente ambos líderes, quienes fueron acompañados de otros dirigentes y colaboradores.

Lea la noticia>