Los productos de la canasta familiar escasean en los mercados y sus precios, en algunos casos, se han elevado hasta en 400 por ciento. Es el caso del tomate, que escasea, y si se lo halla, se vende a 60 bolivianos la cuartilla, cuando hace dos semanas oscilaba entre 12 y 14 bolivianos. Tampoco llega la fruta del trópico cochabambino, y el único producto que mantiene precio y oferta es la carne de pollo.
El desabastecimiento y los altos costos se deben a los bloqueos en las carreteras que unen al departamento con el resto del país.
En cambio, la carne vacuna elevó su precio de 40 a 47 bolivianos; el kilo de carne blanda supera los 45 bolivianos.
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