El desabastecimiento de combustible en La Paz se hizo insostenible, al punto de que el Gobierno decidió importarlo de Chile y Perú, mientras que en Cochabamba, las industrias llevan con hoy siete días sin gas natural. Además, los surtidores bajaron sus ventas hasta en 90 por ciento debido a los bloqueos y conflictos sociales. En el resto del país, la provisión es normal.
En La Paz, la planta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de Senkata no puede abastecer a los surtidores por los bloqueos instalados en sus ingresos.
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