La noche del 9 de noviembre de 1989, Andrea estaba con su familia en la sala de su pequeña casa en Hamburgo cuando de pronto suena el teléfono.

Ilustración Alemania dividida
BBC Mundo

Su mamá se apresura a responder la llamada y, luego de un silencio que pareció eterno, dice lentamente: "Prendan la televisión". Siguiendo la orden de su esposa, Gert Fisher toma el control remoto y, un par de segundos después de haber encendido la TV, se derrumba en el suelo y rompe a llorar.

Lea la noticia>