El precio del petróleo aumentó 15% en la semana más reciente en el mercado internacional. 
Fuente: Efecto Cocuyo
  
Eso suele ser una buena noticia para la economía venezolana, salvo que ahora Petróleos de Venezuela (Pdvsa) no podrá aprovechar este repunte, debido a una marcada caída en su producción y unas exportaciones abatidas.
 
Los ataques con drones a dos refinerías en Arabia Saudita y la reducción a la mitad de su capacidad refinadora despertaron los precios. El Brent, que es el petróleo marcador en el mercado europeo, registró su alza interdiaria más alta en los 30 años más recientes justo después del episodio.
 
El Ministerio de Petróleo reportó, de hecho, que la cesta de crudo venezolano aumentó hasta los 59,12 dólares por barril, al cierre del pasado 20 de septiembre. Esto supone un incremento de 5%, unos 2,89 dólares, frente a la cotización del petróleo nacional del viernes anterior. Sin embargo, eso está lejos de traducirse en un aumento significativo de ingresos para las arcas nacionales.
 
“Podríamos haber aprovechado esta coyuntura si estuviéramos produciendo, al menos, 1,5 millones de barriles diarios. Ahora sin inversión, con pocos taladros y con tan solo 700.000 barriles diarios producidos, Pdvsa está fuera de la jugada” explicó Domingo Sifontes, economista y coordinador del postgrado de Finanzas de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho, en entrevista para Efecto Cocuyo.
 
Para el cierre de agosto pasado, la producción de Pdvsa alcanzó los 712.000 barriles/diarios, de acuerdo con las fuentes secundarias que reporta la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep). Esto habla de una merma de 43.000 barriles/diarios entre julio y agosto y de 73.000 barriles/diarios entre junio y agosto.
 
Para entender la dimensión de la línea en picada de la producción petrolera venezolana basta con mirar las estadísticas de la Opep para el año pasado. En agosto 2018, Pdvsa estaba en el orden de 1,235 millones de barriles/diarios. Solo así se puede ver que el desplome de producción fue de 42,35%, nada más durante el año más reciente.
 
Colombia sí aprovecha
 
La coyuntura de Arabia Saudita presionó el precio del petróleo, pero para los expertos este aumento solo se mantendrá hasta diciembre próximo. Luego, los precios del Brent y del West Texas Intermediate (WTI), que es la referencia en los Estados Unidos, volverán a estabilizarse.
 
“El cálculo es que hay en el mercado una sobreoferta de cerca de un millón de barriles y si Arabia Saudita logra volver a tener su producción a tope como prometió, una parte para finales de septiembre y otra para noviembre, entonces el precio tenderá a estabilizarse” detalló el economista Hermes Pérez, quien dicta clases sobre la materia petrolera en la Universidad Metropolitana (Unimet) en entrevista telefónica.
 
Los analistas internacionales consideran que la petrolera estatal noruega de Equinor pudiera ser una de las más beneficiadas con estas alzas de precio y la inestabilidad en la refinación por parte de Arabia Saudita. Aunque más cerca en la región, Colombia y México, que no forman parte de la Opep, también pudieran capitalizar esa cuota del mercado que Venezuela dejó desatendida por la falta de producción y por las sanciones económicas impuestas desde los Estados Unidos.
 
“Nuestros clientes ya consiguieron otros distribuidores. No es lo mismo hablar de 50.000 o 100.000 barriles menos, porque esos clientes lo puedes recuperar rápido. Cuando hablamos de 2,5 millones de barriles menos, tenemos que tener claro que regresar al mercado con estas enormes cantidades no es sencillo de hacer” especificó Pérez.
 
Mientras la producción petrolera nacional acentuaba su línea de caída, otros países aprovecharon de captar a los viejos clientes de Venezuela. Por ejemplo, Colombia se convirtió en el principal importador de petróleo en Suramérica para los Estados Unidos. México y Brasil también se ocuparon de cubrir una cuota del mercado que Pdvsa dejó disponible.
 
Para que Venezuela pueda volver a la fiesta, la primera tarea parece más que clara: detener la caída de la producción petrolera en el corto plazo. Para luego crear un plan que le permita pasar de esos pocos 700.000 barriles diarios a la producción de los 2 millones de barriles diarios que perdió en octubre de 2017.