En la ponencia del Presupuesto para el 2020, que fue radicacada en el Congreso, está la primera ‘peluqueda’ de los recursos asignados a los sectores que pusieron el sombrero.
Fuente: El Tiempo
   
En total, 5,3 billones de pesos se reorganizan, provenientes principalmente de un aplazamiento en el pago de la deuda ($ 4,7 billones), que se amortizarán en 2021 y 2022.
 
Con ello, la inversión se incrementa, de 40 a 45 billones, de manera que se puedan cubrir los incrementos en los montos que se necesitan para mantener los subsidios a energía para los estratos 1, 2 y 3, y para el estrato 1 y 2 en el gas, al igual que el desarrollo de vías terciarias en algunas regiones del país.
 
No obstante, uno de los puntos destacados que se acordaron en las mesas de trabajo entre el Legislativo y el Ejecutivo, para elaborar la ponencia, fue señalado por el parlamentario Jhon Milton Rodríguez.
 
Según el congresista, el Gobierno aclaró uno de los puntos polémicos alrededor del proyecto de Presupuesto 2020, el cual era el de la enajenación de activos para financiar parte de la carta financiera del próximo año.
 
Los legisladores reclamaban que no había detalles acerca de qué propiedades públicas se iban a vender.
 
Según Rodríguez, el Ministerio de Hacienda indicó que, por lo pronto, no habrá venta de activos como Ecopetrol e Isa, sino solo “una optimización de inversiones, activos y uso de ingresos provenientes de un mayor precio del petróleo”.
 
Según expresó el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, en la sesión de hoy el ministro Alberto Carrasquilla explicará en que consiste la optimización de activos con la que se cubrirá parte del monto del presupuesto del 2020.
 
Nuevas cuentas
 
Para la elaboración de la ponencia, los legisladores que participan como ponentes y coordinadores ponentes fueron prolíficos.
 
331 proposiciones están incluidas en el documento, mientras que la reorganización plantea adicionar recursos a 22 sectores; 3 quedan igual y otros 3 más (incluido el de la deuda) pierden recursos (ver gráfico).
 
El que mayor monto adicional recibe es el de inclusión social, que en el proyecto original contaba con 9,7 billones para inversión y ahora tendrá 1,3 billones adicionales.
 
En el mismo sentido, Educación recibirá 1,1 billones adicionales que impulsarán programas de becas del Icetex y el fortalecimiento de insituciones de educación superior.
 
Los dos sectores a los que les sacrifican recursos son: Hacienda ($ 129 mil millones) y Defensa ($ 500 mil millones).
 
En la jornada de votación del proyecto de presupuesto en primer debate, en las comisiones económicas del Congreso, tendrán que debatirse también dos ponencias más.
 
Una alternativa (del Partido Verde), que pide priorizar la inversión, el incremento del gasto social y la implementación del acuerdo de paz; y otra del Polo Democrático, radicada por el senador Wilson Arias, que alega que el proyecto “no ha tenido una discusión abierta, amplia y democrática de cara a la ciudadanía”.