El superávit energético del país se acorta debido a la caída en la exportación de gas natural y el incremento en la importación de combustibles. A julio de 2019, el excedente registra una diferencia positiva de apenas 592 millones de dólares. La diferencia entre la exportación de gas natural y la importación de combustibles marcan el superávit o déficit energético.
Entre enero y julio de este año, el país vendió gas por un valor de 1.551,8 millones de dólares, monto inferior en 17% respecto a un periodo similar de 2018, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), sistematizados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
En contraposición, las importaciones no detuvieron su ascenso: hasta julio pasado, las compras de gasolina y diésel sumaron 959,8 millones de dólares.
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