El entorno económico mundial negativo ha provocado que muchos países ingresen en una situación de crisis, lo que ha generado menor dinamismo de su mercado interno y reflejado en las remesas que llegan al país, que alcanzaron a 660 millones de dólares, menor en 4,7 por ciento respecto a 2018, en similar período, según datos del Banco Central de Bolivia.
El flujo de remesas depende en gran medida del contexto internacional, puesto que son enviadas en su mayoría por trabajadores residentes en otras naciones. En este sentido, las disminuciones en los envíos desde Argentina, Brasil y España se explicaron por la complicada situación económica en estos países.
La crisis económica de Argentina provocó una disminución en los flujos provenientes de ese país desde abril de 2018, donde se observa altas tasas de inflación, desempleo y contracción en su Producto Interno Bruto (PIB), por otra parte, se aclara que la restricción a la compra de dólares establecida el primero de septiembre de este año en Argentina no afecta el envío de remesas, debido a que éstas se componen de montos inferiores. En tanto Brasil muestra menores tasas en la actividad económica respecto a 2018, y España presenta continuas disminuciones en su tasa de expansión económica desde 2015, además sigue siendo uno de los países con la mayor tasa de desempleo en la Unión Europea, señala un boletín de prensa del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
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