Se avecinan grandes cambios en esta aldea de casas de madera y techos de paja, donde nada se roba, los niños juegan en el río y se disputan partidos de fútbol en el centro del pueblo.
EL DEBER

El ruido de motores de balsas que buscan oro en el río se escucha todo el día en el territorio tacana. Pero la minería no preocupa tanto a esta comunidad indígena de la Amazonía boliviana como un proyecto petrolero.

Lea la noticia>