El primer ministro británico promueve la medida para frenar los intentos de parar una salida de la UE sin acuerdo.
ELPAIS.COM

Boris Johnson ha sacudido este miércoles a sus compatriotas del letargo de agosto con una maniobra política que puede abocar al Reino Unido a una grave crisis institucional. El primer ministro pidió y obtuvo de la reina Isabel II la orden de suspender la actividad del Parlamento entre el 10 de septiembre y el 14 de octubre. La maniobra, que supone el cierre de la Cámara por un periodo más largo de lo habitual, se convierte en un arma política para restar tiempo a la oposición para frenar la posibilidad de un Brexit sin acuerdo. El presidente del Parlamento calificó la jugada de “escándalo constitucional”.

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