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China concentra fuerzas en Shenzhen, ciudad fronteriza con Hong Kong, en medio de la escalada de la crisis por las manifestaciones en favor de la democracia en la que Donald Trump espera que Pekín actúe con "humanidad" por el bien de las negociaciones comerciales entre ambas potencias. Pekín "no se quedará cruzada de brazos" si la situación "empeora" y tiene "suficientes medios y suficiente poder para reprimir los disturbios rápidamente", afirmó este jueves el embajador chino en Londres, Liu Xiaoming.
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