La princesa Mako se encuentra en el país para conmemorar los 120 años de la migración japonesa.
Aproximadamente una decena de custodios se encargaron de la seguridad de la princesa Mako de Akishino, de Japón, quien visita Bolivia.

En su primer día en la urbe paceña sus actividades estuvieron marcadas por un estricto protocolo, que prohibió a la prensa tomarle fotos mientras ella consumía alguna bebida o comida, tampoco se permitió cruzar delante de ella, adelantarle el paso, retroceder o caminar detrás de la princesa, entre otras estrictas restricciones. Antes del almuerzo, el presidente Evo Morales le regaló un busto de Bartolina Sisa, su libro autobiográfico Mi vida, de Orinoca al Palacio Quemado y El Libro del Mar.

Ella correspondió entregándole una vasija de color azul.

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