Según dos informes, uno del BCV y otro de Pdvsa, será prácticamente imposible elevar la producción petrolera a 3,5 millones de barriles diarios de crudo en cinco años, tal y como está establecido en la “Agenda Programática 2019-2025” de la industria del hidrocarburo venezolana.
Fuente: Venepress
  
La destrucción operativa de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que la llevó de producir 3.5 millones de barriles diarios de petróleo (mbdp) en 1998, a menos de 800 mil bdp en 2019, según cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), marcan el mínimo histórico de esta industria. Técnicos del Banco Central de Venezuela (BCV) y de la petrolera estatal aseguran en un informe, que es prácticamente imposible la recuperación de la producción a niveles óptimos de la década de los 90.
 
Según dos informes, uno del BCV y otro de Pdvsa, será prácticamente imposible elevar la producción petrolera a 3,5 millones de barriles diarios de crudo en cinco años, tal y como está establecido en la “Agenda Programática 2019-2025” de la industria del hidrocarburo venezolana.
 
La Agencia Internacional de Energía (EIA, siglas en inglés) pronostica que los precios del crudo Brent promediarán 61 dólares por barril en 2019 y 65 dólares por barril en 2020. En 2018 el precio estuvo por el orden de 71 dólares por barril. También indicaron que en 2019, el West Texas Intermediate (WTI) estarían por debajo del Brent 8 dólares por barril y que estarían 4 dólares por debajo a final de año y durante todo el 2020.
 
Frente a esta realidad y pronósticos, cómo puede ser factible el aumento en la producción de más de 3 millones de barriles diarios de crudo en los próximos seis años, con base en el desarrollo de petróleo extrapesado, cuyos costos de producción y puesta en condiciones de mercado, requiere precios superiores a los 120 dólares por barril, se preguntan funcionarios del BCV y Pdvsa.
 
En el informe de ambos entes del Estado se hacen la interrogante de, cómo se remonta la cuesta de la caída de la producción en los últimos 11 años, con campos convencionales abandonados y declinantes, que exigen el reinicio de las actividades de recuperación secundaria sólo para mantener sus niveles actuales de producción?
 
En el análisis, indican que los pronósticos más alentadores de “la demanda mundial futura, que son precisamente de la OPEP, la estimación del crecimiento de esa variable es de 13 millones de barriles diarios de petróleo en los próximos 21 años, partiendo de la producción de 98,7 mbdp registrada en 2018, para alcanzar 111,7 en 2040”.
 
Con base a esto, el análisis de los técnicos se limita al período 2019 – 2025, en el cual calculan el crecimiento promedio anual de la demanda total mundial en 820.000 barriles diarios, de los cuales, para producir 5 millones de barriles en el mismo lapso, Venezuela tendría que producir más del 100% (tomando como referencia la producción de 2019 -800 mil bd) del crecimiento promedio anual de la demanda mundial de aquí al 2025.
 
Sin embargo, las estimaciones de la propia OPEP indican que hasta 2023 la demanda del crudo de esa organización caerá debido al crecimiento de otras fuentes, en particular el crudo estadounidense de lutitas.
 
Según el informe, desde ese año hasta 2025, la recuperación total será de 200 mil Barriles diarios, para marcar una producción total de 32,1 millones de barriles diarios, inferior en 400 mil bd de 2018 (1.5 mbdp).
 
¿Dónde podremos insertar nuestros 3 millones y medio de producción adicional?, es una de las preguntas que resaltan en el informe.
 
“¿Hace falta recalcar que la pendiente casi vertical de este crecimiento “planificado”, de 3,5 millones de barriles diarios en 6 años, es un imposible físico y económico para Venezuela, partiendo de las condiciones actuales de su industria y de la naturaleza de los crudos disponibles?”.
 
 En el BCV y Pdvsa, advierten y recomiendan que se debe “redefinir las líneas maestras de la política económica nacional y, en particular, las políticas de administración y gerencia de nuestros recursos de hidrocarburos, tomando en cuenta la tendencia de las nuevas existencias en materia energética”.