Más de 70 heridos, entre ellos 21 policías, en esta segunda «Revuelta de los Paraguas» contra el creciente control de Pekín.
ABC.ES

Con nubes de gases lacrimógenos de las que llovían cañonazos de agua, entre gritos y carreras, el caos se tragó ayer a Hong Kong. Esta ciudad de 7,5 millones de habitantes, una de las más pacíficas, desarrolladas y cívicas del mundo, vivió una de sus jornadas más convulsas por las multitudinarias protestas contra la ley de extradición a China, que fueron dispersadas con contundencia por la Policía.

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