Fuente: ABC
De acuerdo a nuestra fuente, que participó con la delegación paraguaya del acto presidencial del viernes último en la margen izquierda y que solicitó el anonimato, tras la “palada inicial”, los presidentes Bolsonaro y Mario Abdo, juntamente con miembros de sus comitivas oficiales, participaron de un almuerzo.
También llamó la atención la presencia de Denise Pavarina, directora de Comercio Exterior, Fomento y Originación de Negocios, área Industrial y de Servicios, del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDS).
En el almuerzo, Bolsonaro hizo saber a Marito, en pocas palabras, que Brasil no está en condiciones de ceder la energía que por el Tratado le corresponde al Paraguay, incluyendo la que hoy contrata la ANDE, y que a cambio planteó inversiones “de todo tipo” en nuestro país.
Según nuestro informante, el presidente brasileño habló abierta y directamente de estas cuestiones, manifestando que su Gobierno está dispuesto, por ejemplo, a financiar (no a regalar) la “ruta bioceánica completa”, cuya construcción obviamente estará a cargo de empresas brasileñas, y para disimular dejarán algunas “migajas” para las firmas paraguayas.
Obviamente, dentro del “paquete” que ofrece el Brasil ya están los dos puentes: el de Presidente Franco-Foz de Yguazú, que lo financia y ejecuta la margen izquierda de Itaipú, y el de Murtinho-Carmelo Peralta, que está incluido en el presupuesto de la margen derecha de la binacional.
Nuestra fuente entiende que los brasileños están utilizando estas obras como “palancas”, pero que no son más que “caramelitos” para seguir apropiándose de manera continuada de toda la energía de Itaipú sin pagar el precio justo.
Grave perspectiva
A esta “firme posición” presentada por el presidente brasileño se suma lo que a continuación Bolsonaro le manifestó a Marito, de manera abierta, referente a la vida útil de la central hidroeléctrica de Itaipú.
Según el presidente brasileño, esta vida útil oscilaría entre 20 y 30 años, nada más, razón por la cual no están dispuestos a ceder un milímetro.
Sobre el punto, nuestra fuente dijo que el Gobierno paraguayo debería solicitar ya no más la contratación de consultoras de primer nivel para llevar adelante estudios y establecer la veracidad acerca de la vida útil de la represa. Acotó que Bolsonaro apenas estaría confirmando lo que hace varios años técnicos paraguayos habían demostrado, que la vida útil de 100 años, calculados inicialmente, ya no es tal.
Bolsonaro inclusive habría dejado entrever que tampoco están dispuestos a que Paraguay acceda a lo poco que la ANDE contrata hoy día, pero a cambio plantea inversiones en infraestructura vial, líneas de transmisión que necesite nuestro país para acceder a otras fuentes de energía eléctrica.
Nuestro informante cree que estas propuestas serían plasmadas en un acuerdo bilateral, en el que Paraguay se compromete a renunciar a sus derechos en Itaipú y a aceptar las “inversiones” que ha prometido Bolsonaro. Estas promesas incluirían la construcción de una “escala de peces” en la margen izquierda de la represa, en lugar de una esclusa de navegación, prevista en el Tratado, e instalar dos máquinas más en la margen derecha.
La intención brasileña sería obstaculizar el espacio físico donde debe construirse la esclusa de navegación, y al instalar dos máquinas más se va a generar más energía que seguirá beneficiando al que lleva la mayor parte de la misma, aunque una de las máquinas darían a Paraguay.
Según fuentes técnicas, como actualmente las máquinas de Itaipú están produciendo entre 760 y 790 MW, toda el agua pasa por las 20 máquinas, y el agua que eventualmente sobre va a atravesar por las nuevas máquinas que adicionalmente se construyan.
Bolsonaro también habría planteado a Marito “apoyo” brasileño para dejar una “buena infraestructura eléctrica” a nuestro país, como hace mucho nuestros gobiernos hubieran hecho, pero con el objetivo de traer a diversos sectores industriales para producir en territorio paraguayo, con nuestra energía, pero productos que llevarán el sello “Made in Brasil”.