El presidente Evo Morales informó ayer que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se prepara para exportar gas domiciliario a la región altiplánica de Perú, en atención a una solicitud que presentaron al gobierno boliviano algunos gobernadores de ese vecino país, en diciembre de 2018.
FUENTE: EL MUNDO

En diciembre de 2018, los gobernadores electos de Puno y Moquegua, Walter Aduviri y Zenón Cuevas, respectivamente, comunicaron su interés de importar a esas regiones peruanas gas domiciliario. “Atendiendo la demanda que tiene nuestro pueblo, YPFB, estamos preparándonos para prestar este servicio en el altiplano peruano”, remarcó Morales en un acto público en el que entregó equipos de computación a los nuevos oficiales de las Fuerzas Armadas en Cochabamba. De concretarse ese proyecto, Morales dijo que sería la primera vez en la historia de Bolivia que una empresa estatal preste servicios en otro país, lo que significará ganancias para el Estado. El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, informó que su homólogo peruano llegará en los próximos días a Bolivia para negociar la posible compra de gas para esas dos ciudades del país vecino.

“Tengo entendido de que viene el ministro de Perú para tener una provisión de gas a dos ciudades importantes del sur de Perú”, dijo en esa oportunidad a los periodistas. En diciembre de 2018, los gobernadores electos de Puno y Moquegua, expresaron su interés de importar gas domiciliario para esas regiones. Ya en 2016, Oscar Claros, gerente de administración de contratos de YPFB, manifestó el interés de la empresa por llegar al Perú. “Nuestro objetivo es ser un operador fuera de Bolivia. En ese marco, estamos interesados en dos actividades potenciales para entrar al mercado peruano: la distribución de gas natural a través de redes de ductos en siete regiones [de la sierra y selva] y varias propuestas para comercializar GLP”, refirió Claros en ese momento.

Alberto Bonadona: El gas nos va a durar 14 años porque Argentina ya no nos comprará Las reservas probadas de gas alcanzan a 10,7 trillones de pies cúbicos (TCF), que garantizarían la provisión interna y volúmenes de exportación actuales por 14,5 años. Al respecto, el economista especializado en pensiones, Alberto Bonadona dijo que está de acuerdo con esa estimación porque Argentina dejará de comprarle gas a Bolivia. “Decir que el gas nos va a durar 14 años, si nos va a durar, porque Argentina ya no nos comprará”, afirmó Bonadona a modo de ironizar con las declaraciones del ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, basado en los cálculos de la canadiense Sproule. Bonadona observó la distribución de recursos destinados a las empresas públicas donde YPFB concentraría el 75%, ENDE el 5% y el 25% más de 60 empresas estatales, las cuales en su criterio no habrían mostraron eficiencia en el manejo. Cuestionó además, las varios proyectos en los que se compromete el gas. “No sé de dónde saldrá tanto gas”, dijo.

El gobierno argentino a través de su secretario de Energía, Javier Iguacel, consideró que comprará gas a Bolivia solo hasta el 2020. “Estamos discutiendo esto porque en dos años ya no vamos a necesitar el gas de Bolivia, ni nada, pero entendiendo que hay un contrato a largo plazo estamos tratando de ajustarlo a algo que sea bueno para los dos países”, explicó a medios de ese país. De hecho, las negociaciones que se tornaron tensas en los últimos meses del año entre las autoridades del sector de hidrocarburos entre ambos países, tras anuncios del ministro boliviano Luis Sánchez de ejecutar la boleta de garantía por el retraso en el pago de varias facturas pendientes por el gas, todavía no llegó a un buen término. Desde el país, el titular de Hidrocarburos advirtió que cualquier decisión que se vaya adoptar que implique la modificación o adenda al actual contrato vigente hasta el 2026 deberá ser favorable para Bolivia. La posición salió luego de las intenciones que se hicieran públicas desde Argentina de reducir sustancialmente los volúmenes de compra de gas boliviano debido a la producción del gigante yacimiento de gas no convencional Vaca Muerta, lo cual convierte al vecino, no sólo soberano en provisión interna, sino un competidor en la región. De acuerdo a la adenda al anexo D del contrato de compraventa el 2017 para el periodo de verano, YPFB debía garantizar a Energía Argentina Sociedad Anónima (Enarsa) un máximo de 20,3 millones de metros cúbicos diarios (Mmmc/d), pero la estatal argentina podía recibir 16,7 Mmmc/d, mientras que para invierno YPFB debía garantizar un volumen de 23,3 Mmmc/d y Argentina estaba obligada a comprar 20,3 Mmmc/d.

En cambio, el viceministro de Presupuesto, Jaime Durán, consideró que el país dejó de ser dependiente de los ingresos del gas que representarían el 20% de los recursos del Presupuesto General del Estado. “Hemos previsto para el 2019 una tasa de crecimiento del 4,7% y una inflación del 4%, y es importante, porque en medida que crece la economía la gente tiene mayor acceso a bienes y servicios, y en la medida que los ingresos de la gente sube el poder adquisitivo también aumenta”, dijo a los medios.