El presidente mexicano busca darle a la petrolera estatal el protagonismo que perdió tras la reforma energética.
ELPAIS.COM

Andrés Manuel López Obrador quiere rescatar a Petróleos Mexicanos (Pemex), un frágil buque que se hunde poco a poco. El nuevo presidente mexicano no oculta su intención de recuperar la bonanza de la petrolera estatal y se aferra a un dato: durante 14 años la producción de crudo de México ha ido en declive —actualmente es de 1,7 millones de barriles diarios, cuando en 2004 era de 3,3 millones de unidades al día—. Su plan incluye aumentar la inversión para la firma, acelerar la extracción de crudo e incrementar el refino de hidrocarburos. Todo esto sin tocar, de momento, la reforma energética de su antecesor, el expresidente Enrique Peña Nieto, que comenzó la apertura del sector tras 76 años de control estatal. La apuesta del político de izquierda genera dudas e incertidumbre en México, ante el temor de algunos sectores de volver al modelo del pasado: una industria energética que gira en torno a la petrolera estatal.

Lea la noticia>