El presidente electo Jair Bolsonaro afirmó que "algo" de Petrobras puede ser privatizada, pero no el 100% de la estatal, ya que se trata de una empresa estratégica.
 
Fuente: Urgente24
  
El vicepresidente electo, general de la reserva del Ejército, Hamilton Mourão, dijo en Brasilia que actividades de refino y de distribución de Petrobras pueden ser privatizadas. La semana pasada, en conferencia con inversores, Mourão habló de la posibilidad de privatización de la BR Distribuidora. Y en una entrevista concedida al diario O Estado de Sao Paulo, el futuro presidente de Petrobras, Roberto Castello Branco, indicó que su gestión continuará con ventas de activos de Petrobras para centrarse en sus negocios principales y seguirá buscando la reducción del endeudamiento.
 
Habrá privatización parcial de Petrobras, comenzando por BR DistribuidoraPetrobras continuará su desinversión.
 
El presidente electo Jair Bolsonaro afirmó que "algo" de Petrobras puede ser privatizada, pero no el 100% de la estatal, ya que se trata de una empresa estratégica.
 
En una entrevista a periodistas en Río de Janeiro, Bolsonaro dijo que el actual presidente de Petrobras, Ivan Monteiro, puede asumir la presidencia el Banco do Brasil, pero que aún no está confirmado.
 
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En tanto, el futuro ministro de Economía, Paulo Guedes, anunció que el economista Roberto Castello Branco va a presidir Petrobras en el gobierno de Bolsonaro.
 
Bolsonaro dijo que viene conversando con Guedes sobre la posibilidad de privatizar sectores de Petrobras, pero aseguró que no pretende vender completamente a la estatal en su mandato.
 
"Es una empresa estratégica y estamos hablando de ello", dijo en la puerta del condominio donde vive en una tumultuosa entrevista.
 
"Estoy conversando con él (Guedes) y no soy inflexible, pero tenemos que, con mucha responsabilidad, llevar adelante un plan como ese ahí. Podemos conversar, ahora, entiendo que una empresa estratégica puede ser privatizada en parte, sí", dijo Bolsonaro.
 
El vicepresidente electo, general de la reserva del Ejército, Hamilton Mourão, dijo en Brasilia que actividades de refino y de distribución de Petrobras pueden ser privatizadas. La semana pasada, en conferencia con inversores, Mourão habló de la posibilidad de privatización de la BR Distribuidora.
 
La indicación del economista Roberto Castello Branco para presidir a Petrobras en el gobierno de Jair Bolsonaro señala la continuidad de una política pro-mercado en el sector petrolero en los últimos años, pudiendo incluso intensificarla, en la evaluación de especialistas.
 
Una agenda con sesgo más liberal, en el segmento de petróleo, viene ganando fuerza desde el inicio del gobierno de Michel Temer, que colocó una serie de reformas en curso en busca de mayor competición en el país, con reducción de la posición de dominación de Petrobras, atendiendo a pleitos antiguos del mercado.
 
"Me quedé muy satisfecho (con la elección de Castello Blanco). "Tiene una agenda conocida, muy alineada con lo que viene siendo hecho por la ANP (Agencia Nacional del Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles)", dijo Decio Oddone, director general de la ANP, a Reuters.
 
Castello Branco es doctor en Economía por la Fundación Getulio Vargas (FGV) y actualmente es director en el Centro de Estudios en Crecimiento y Desarrollo Económico de la FGV.
 
Con postdoctorado por la Universidad de Chicago y extensa experiencia en los sectores público y privado, Castello Branco ya ocupó cargos de dirección en el Banco Central y en la minera Vale, formó parte del Consejo de Administración de Petrobras y desarrolló proyectos de investigación en el área de petróleo y de gas.
 
La Universidad de Chicago, también frecuentada por el futuro ministro de Economía, Paulo Guedes, es considerada una institución de línea liberal.
 
Las acciones de Petrobras mostraban cierta volatilidad tras el anuncio del nombre de Castello Branco. Los analistas de mercado creen en la continuidad de una gestión centrada en la recuperación económica de la petrolera, una de las más endeudadas del mundo.
 
La estrategia del equipo económico de Bolsonaro ya estaba apuntando hacia una dirección de mayor liberalización del sector petrolero y con la elección de Castello Branco, esto fue reforzado, afirmó el profesor e investigador del Instituto de Economía de la UFRJ, Edmar de Almeida.
 
Almeida defendió, sin embargo, que el gobierno necesitará dejar más clara su visión en relación a la compañía, una de las mayores productoras de América Latina, que durante las elecciones quedó en la línea de fuego entre posiciones de consejeros militares de Bolsonaro y de libre mercado.
 
Mientras Bolsonaro viene defendiendo el mantenimiento del control estatal del núcleo de Petrobras, su brazo derecho Guedes ya dijo anteriormente creer que la privatización de la empresa sería la mejor decisión.
 
"Él (Castello Branco), por ejemplo, en algunas ocasiones, ya manifestó su posición favorable a la privatización de Petrobras. Entonces, ese es un punto que tiene que ser inmediatamente aclarado", dijo Almeida.
 
En busca de reducir su enorme deuda, Petrobras está realizando un plan multimillonario de ventas de activos en los últimos años, que enfrentó gran resistencia de sindicalistas y otros sectores, que en parte consiguieron frenar las desinversiones con medidas judiciales.
 
"Con la entrada de Castello Branco la señal es que la dirección es esa misma (de venta de activos), pero el gobierno ahora va a tener que explicar el plan que estará en vigor, si será mantenido o si será modificado en el sentido de ser más "liberal aún", afirmó Almeida, para quien el nuevo CEO enfrentará una fuerte oposición de sindicalistas.
 
Paulo Guedes
 
El futuro ministro de Economía, Paulo Guedes, pretende crear una Secretaría de Privatizaciones en el gobierno de Bolsonaro (PSL) para acelerar el programa de venta de activos brasileños como forma de intentar mejorar la salud fiscal del país, afirmó una fuente con conocimiento del asunto a Reuters.
 
Preliminarmente, la nueva estructura deberá llamarse Secretaria de Privatizaciones y Desinversión y será vinculada directamente a la superpasta de la Economía que Guedes va a comandar a partir de enero.
 
Desde la campaña electoral, el gurú económico de Bolsonaro ha defendido la privatización de estatales y otros órganos de la burocracia como forma de hacer caja a fin de reducir el endeudamiento público del país, le llegó a declarar en una entrevista que hay cerca de R$ 1 billón en activos a ser privatizados.
 
La intención de crear ese órgano, según la fuente, es colocar la política de venta de activos en el centro de las decisiones del gobierno, señalando esa acción como una de las prioridades de la futura gestión. La fuente recordó que aún en la década de 1980, antes del Plan Cruzado, Paulo Guedes ya hacía una defensa enfática de la venta de activos brasileños para pagar la deuda del país, lo que ayudaría a derribar los intereses y hacer que Brasil ingrese en un ciclo de "grandes inversiones."
 
"Él ve más lejos que todos", dijo la fuente, que pidió anonimato.
 
Bolsonaro, por su parte, ha dado respaldo al plan de privatizaciones de Guedes, su "puesto Ipiranga", pero siempre ha demostrado que habrá límites para el proyecto.
 
"Va a ser un gran plan de privatización, sí, va a ser, pero con mucha responsabilidad", dijo Bolsonaro en una transmisión de vídeo el mes pasado, volviendo a especificar que no piensa en privatizar Furnas, subsidiaria de generación controlada por Eletrobras.
 
La estructura en la burocracia federal que actualmente más se asemeja es la Secretaría Especial de Programa de Alianzas de Inversiones (SPPI), órgano vinculado a la Secretaría General de la Presidencia que gestiona, además de privatizaciones, concesiones y alianzas públicas privadas.
 
El PPI fue creado en 2016 en el inicio del gobierno del actual presidente Michel Temer para garantizar la ampliación y el fortalecimiento de la interacción entre el Estado y la iniciativa privada para la celebración de contratos de asociación para la ejecución de emprendimientos públicos de infraestructura y otras medidas de desestatización.
 
Las privatizaciones ganaron impulso en el país en la década de 1990 con el Programa Nacional de Desestatización (PND) del gobierno del entonces presidente Fernando Collor de Mello.
 
Castello Branco
 
En una entrevista concedida al diario O Estado de Sao Paulo, Castello Branco indicó que su gestión continuará con ventas de activos de Petrobras para centrarse en sus negocios principales y seguirá buscando la reducción del endeudamiento.
 
El primer desafío de Castello Branco en relación a la independencia del gobierno podría ser el fin del programa de subsidio al diesel, creado como una respuesta del gobierno federal a la histórica huelga de camioneros en mayo, como forma de atender a los pleitos de reducción de los precios del combustible .
 
Bolsonaro, en la época, apoyó con entusiasmo la huelga.
 
El programa termina el 31 de diciembre, y el gobierno de transición aún no ha anunciado si aplicará alguna medida para suavizar los impactos del final de la subvención.
 
Una fuente cercana a Castello Branco dijo a Reuters que el economista es una persona experimentada y que sabrá lidiar de forma eficiente con el gobierno.
 
"Roberto hizo un trabajo brillante en Vale, tomó área de relaciones con inversores en aquella fase post-privatización, cuando hubo el lanzamiento de las acciones en el exterior, época del primer 'investment grade' de la Vale", dijo la fuente, destacando que el grado de inversión fue algo inédito, obtenido antes de Brasil.
 
El director de la Federación Única de los Petroleros (FUP), que comprende a 12 sindicatos de petroleros, Deyvid Bacelar, afirmó ver el escenario actual preocupante, independientemente del presidente elegido, por creer que el próximo gobierno ya mantendría las privatizaciones de Petrobras.
 
"La situación de la privatización, con el gobierno que desafortunadamente fue electo, iba a continuar a todo vapor. "Tiene que ver la velocidad ahora, si será más rápido o no", dijo Bacelar, que fue Consejero de Petrobras en la misma época de Castello Branco.
 
El líder sindical destacó que, mientras dividía la mesa del Consejo de Petrobras con Castello Branco, vio en el economista una persona accesible y que consideraba ponderaciones presentadas por Bacelar, que representaba a los funcionarios en el colegio.
 
Bacelar también recordó que Castello Branco desempeñó un papel importante en la creación de comités que discutían y asesoraban decisiones del Consejo de administración de Petrobras.