Según la crítica, en estos años de bonanza se registró una ausencia de una política hidrocarburífera orientada a prever contingencias como el que vive el país en este momento.
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EL DÍA Bolivia pierde terreno en el negocio gasífero con Brasil y Argentina. Ante ese panorama, los entendidos en el tema, sugieren que el Gobierno debe empezar a ajustar volúmenes y precio del gas con cifras reales, a fin de evitar incumplimientos a los contratos como sucede hoy con el país rioplatense.

El hecho se agrava aún más, cuando estos países anticipan la puesta en marcha de los megacampos no convencionales de Presal en Brasil y Vaca Muerta en Argentina, lo que a mediano plazo, para ambos países, significará inevitablemente prescindir del gas boliviano. “En dos años no vamos a necesitar el gas de Bolivia”, así de contundente fue la afirmación de Javier Iguacel, secretario de Energía de Argentina, quien la semana pasada anunció que se acordó una reducción en las importaciones de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos).

En respuesta a ello, si bien el Gobierno ha tratado de minimizar el problema al aferrarse a un contrato de compra venta de gas vigente hasta el 2026, la situación, según los entendidos en el tema, no deja de ser inquietante, más aún cuando Bolivia tiene dificultades de cumplir sus propios contratos de venta de gas, debido a la declinación en la producción de los campos gasíferos. "Personalmente creo (espero) que se halle un acuerdo que permita cumplir el contrato y los pagos, por parte de Argentina, y ajustar realísticamente volúmenes y precios por el lado boliviano.

Por lo menos durante unos años más los dos países se necesitarán", asegura Francesco Zaratti, experto en el tema. El geólogo Edmundo Pérez, experto en exploración, señala que el gran dilema que afronta Bolivia es si tiene el gas suficiente como para replantear una negociación adecuada con los dos mercados, especialmente Argentina. "Es evidente que los volúmenes de gas producidos no garantizan el cumplimiento de entrega a los clientes internacíonales. Principalmente el efecto es por la baja producción en los principales campos San Alberto, Sábalo, Margarita-Huacaya, como consecuencia a su agotamiento natural", asegura Pérez. Un panorama nuevo. Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos de Bolivia y actual socio de Gas Energy Latín América, enfatiza que el hecho que Vaca Muerta y Presal, se desarrollen en Argentina y Brasil, respectivamente, es algo que inevitablemente escapa a la responsabilidad de Bolivia y del Gobierno.

Según el experto, mientras Argentina, cuya economía va sin rumbo, perdidos en una profunda crisis económica; en el tema energético surge el desarrollo cierto de Vaca Muerta. "Es que Vaca Muerta ha resultado un shale suficientemente prolijo y de clase mundial, con excelentes propiedades geológicas y petrofísicas. Tener escala en la perforación masiva de pozos (factory drilling) era imprescindible para lograr bajar costos de producción y tener hidrocarburos competitivos", describe Ríos, en un artículo hecho público en los últimos días.

Además, refiere que Fortín de Piedra es el primer desarrollo masivo (factory drilling) con perforación horizontal para gas que realmente ha levantado producción, productividad y reducido costos de producción. "En ese contexto, han bajado notablemente sus costos y pueden competir fácilmente con el GNL importado (siete a nueve $us/MMBTU- millón de BTU) y con gas de Bolivia que esta entre seis a siete $us/MMBTU (petróleo 60 a 70 $us/Barril)", precisó Ríos. Y desde Argentina, se informa que de este mismo 2018 se están gestando exportaciones con permisos temporales de gas desde Argentina a Chile con precios entre 4 a 4,5 $us/MMBTU para verano. Se está estudiando retomar exportaciones de gas a Brasil y hasta exportaciones eléctricas.

Según Ríos, mucho dependerá del comportamiento de los próximos tres a seis meses y del cumplimiento de la Resolución 46 de estímulo de precios con los productores. El dictamen fue emitido por el Ministerio de Energía de Argentina en el 2 de marzo de 2017, destinado a incentivar las inversiones para la producción de gas natural proveniente de reservorios no convencionales en la Cuenca Neuquina. Carlos Ormachea, presidente de Tecpetrol, brazo petrolero de Techint, que asume que la producción de gas de Vaca Muerta, confirmó hace poco que el Gobierno (argentino)tiene la intención, "y creo que lo está haciendo, de negociar con Bolivia algún tipo de flexibilidad para importar menos en el verano y más en invierno", precisó.

Desde el gobierno argentino. Hace par de días, el propio embajador de Argentina en Bolivia, en contacto con la Agencia de Noticias Fides (ANF), Normando Álvarez, confirmó que Bolivia incumple el contrato por lo que hay una caída en volúmenes de gas enviados que los últimos meses apenas alcanza a 12 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) y por ese hecho anunció la necesidad de revisar la situación contractual entre ambos países, cuyo contrato finaliza el 2026.

En contrapartida, otro de los temas pendientes es la deuda que mantiene Argentina con Bolivia, por el pago de venta de gas, cuya cifra, según el reciente informe del Ministerio de Hidrocarburos, asciende a $us 265 millones, monto que se habría incrementado a $us 398,5 millones hasta el pasado sábado, tras el vencimiento de una tercera factura. Ante ese panorama, el embajador Álvarez, mencionó que Argentina va a pagar. "Inclusive en estos días el envío de gas está en el orden de 12 MMmcd, no sé si está acordado o no, es a partir del mes pasado que está entre 15 y 12 MMmcd", dijo a decir a ANF.

Además, fue puntual al mencionar que: "vamos a tener gas y Vaca Muerta, todo el mundo sabía que estaba avanzando y fue un gran mérito del gobierno de Macri que no dejó de invertir a través de YPF", apuntó. Todo ese escenario, señala Pérez, el experto en exploración, es un factor preocupante dado que afectará a la economía del país. "Argentina tiene un yacimiento supergigante llamado Vaca Muerta; que le está resolviendo su problema energético, lo cual repercutirá a que el país ya no contará con los dólares frescos del gas que por ahora, pese al retraso en el pago, son importantes para Bolivia", finalizó. Argumentos de un ministro que deslinda la gravedad Tangente. "Nuestro objetivo principal es garantizar el abastecimiento del mercado interno como establece la Constitución Política del Estado", así respondió durante la semana que pasó el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, como haciendo notar que la exportación del gas no es tan importante, dado que la misma solo se da por los excedentes generados por la baja demanda del mercado interno. Soberanía.

En el caso de Argentina, dijo tenemos el mercado hasta el 2026, con un volumen restante de entrega de 3.7 TCF. Estos recursos están garantizados, puesto que tenemos en Bolivia reservas certificadas 10.7 TCF”, apuntó la autoridad del sector.

Antecedentes Producción. Según un informe de la Fundación Jubileo, en los últimos tres años, además de la caída de los precios del petróleo, se registró en el país una sensible declinación en los volúmenes de producción diaria de gas, cuya merma bajó en un promedio de 10 Millones de metros cúbicos diarios (MMmcd). Campos. Según el geólogo y experto en exploración, Edmundo Pérez, dicha baja producción se ha registrado en los principales campos productores de gas (San Alberto, Sábalo, Margarita-Huacaya). Además, menciona que a ello se sumó un extrema improvisación y manejo ideológico-político de la política hidrocarburífera a lo largo de estos 12 años de gobierno, donde prácticamente la exploración fue abandonado a su suerte. Gobierno.

En julio de este año, el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, informó era inviable la venta de mayores volúmenes de gas a la república Argentina, debido al tema precio. “Bolivia está en condiciones de vender más gas a la Argentina, pero a un mejor precio.

Contrariamente a ello, la oferta de Argentina no es favorable para el país, si bien requieren más gas boliviano en la propuesta ellos bajan sus obligaciones y no establecen una propuesta de precio", señaló. De fondo. Dicho argumento del gobierno, según los expertos en el tema, no tiene fundamento dado que Bolivia no tiene la capacidad de cumplir con los contratos ya que la producción de gas ha bajado de 60 Mmcd a menos de 54 Mmcd. Negociación. En un contexto adverso de menor demanda de gas, de deudas pendientes de parte de Argentina y baja producción en el plano de la oferta, el panorama no deja de ser incierto y sombrío para el país. Punto de vista 'La debilidad de Bolivia es su limitada producción' Francesco Zaratti Experto en energía y gas "La relación con Argentina se ha vuelto crítica en los últimos años debido a dos factores: la incapacidad de Bolivia de cumplir con el contrato debido a la estancada producción de gas y el retraso de Argentina en cancelar puntualmente las facturas mensuales. Es evidente que una reunión entre los ministros del sector de ambos países debe abordar esos temas y eventualmente acordar una renegociación del contrato que tiene vigencia hasta el 2026.

La posición de Bolivia tiene su fuerza en el contrato y su debilidad en su limitada producción, independientemente de lo que diga la reciente controvertida certificación de reservas y con serio riesgo de incurrir en multas y penalidades. La posición de Argentina es fuerte por la creciente producción de gas no convencional de Vaca Muerta que llevaría a disminuir los suministros de gas de Bolivia (no creo a reducirlos a cero) y su debilidad está en su economía que podría poner trabas al desarrollo de los campos de hidrocarburos no convencionales, sin considerar las obligaciones del contrato firmado con Bolivia. De hecho, Argentina ha ya abandonado el proyecto del gasoducto GNEA, cuyo objetivo era incrementar las compras de gas de Bolivia. La duda que flota sobre esa negociación (y las que se llevan a cabo con Brasil) es si Bolivia tiene el gas suficiente para cumplir sus obligaciones contractuales. Por eso, independientemente de los mercados hay que garantizar reservas reales que permitan asumir nuevas obligaciones, o sea, hay que invertir en exploración".