BBC Mundo
Si tienes un smartphone, es probable que más de una vez hayas cerrado bruscamente las aplicaciones que no utilizas. Es tan fácil como deslizar el dedo a través de la pantalla para que desaparezcan como por arte de magia. Es casi automático. ¿Por qué lo hacemos? Puede resultar molesto tener demasiadas aplicaciones abiertas. Además, se dice que esas apps gastan batería aunque no las estemos usando y que, por lo tanto, es mejor que las cerremos rápidamente.
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Si tienes un smartphone, es probable que más de una vez hayas cerrado bruscamente las aplicaciones que no utilizas. Es tan fácil como deslizar el dedo a través de la pantalla para que desaparezcan como por arte de magia. Es casi automático. ¿Por qué lo hacemos? Puede resultar molesto tener demasiadas aplicaciones abiertas. Además, se dice que esas apps gastan batería aunque no las estemos usando y que, por lo tanto, es mejor que las cerremos rápidamente.
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