La normativa establece la liberación de impuestos, creación de un plan multisectorial en un plazo de 180 días. Además, se garantiza por cinco años un precio fijo al etanol.
FUENTE: EL DÍA

Tanto para grandes, medianos y pequeños productores de la caña de azúcar, la alegría es desbordante por la promulgación de la Ley de Etanol. Lo más saliente de la normativa, de apenas 10 artículos, es que se ordena la mezcla del “aditivo de origen vegetal” o alcohol anhidro con "las gasolinas o el diésel oíl, en un porcentaje de hasta 25%", señala el inciso 'b' del artículo 6. Y tal como reza el artículo 1, la ley No. 303 es un marco legal que permite la producción, almacenaje, transporte, comercialización y mezcla de "aditivos de origen vegetal, con la finalidad de sustituir gradualmente la importación de insumos y aditivos y del diésel oíl, precautelando la seguridad alimentaria y energética" del país. Según los productores e industriales, la normativa si bien incluye la figura del biodiésel, en lo prioritario y coyuntural lo que se busca una vez promulgada la Ley, es dar el puntapié inicial para la mezcla del alcohol anhidro con la gasolina. "Es una buena noticia.


Todo eso motiva a que de una vez por todas se inicie con la revolución agrícola de la región, con el objetivo de dotarle al país una mejor gasolina más limpia, con mayor octanaje y más amigable con el medio ambiente", señala Emilio Colamarino, director del Ingenio Azucarero Aguaí, cuya industria se halla instalada en el municipio de Fernández Alonso del norte cruceño. Por su parte, Mariano Aguilera Tarradellez, presidente del Ingenio Guabirá, señaló que la norma, así entendido, garantiza un precio fijo por cinco años de 0,72 centavos de dólar por litro de etanol, puestos en YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos).

"Esos 0,72 centavos era puesto en fábrica, hoy puesto en Yacimientos", aseguró el empresario de Guabirá. En ese ámbito, Aguilera remarcó que el Ingenio Guabirá ya cuenta en este momento lista para entrega inmediata de 6,0 millones de litros de etanol a YPFB. Un proceso a pasos. Bajo la premisa de "Bolivia en la era del biocombustible", arrancó en el mes de marzo, tras la firma del convenio entre el Gobierno y el sector sucroalcoholero. El principal argumento esgrimido, en la sintonía entre el sector público y privado, fue impulsar la política de seguridad energética a través de una reducción gradual de importaciones de combustibles, reducir la subvención desplazando la gasolina importada con etanol. Además, tanto productores cañeros y la propia industria, no se cansan de manifestar que todo se hará bajo la prioridad de que el mercado interno esté plenamente abastecido con azúcar, dado que el alcohol anhidro será emergente de los excedentes de producción de la materia prima destinada al azúcar.

Al respecto, el artículo 3 en su parágrafo es clara: "El sector productivo deberá garantizar el crecimiento gradual de los volúmenes de la materia prima para la producción de aditivos de origen vegetal". Para ello, cita el artículo 5, que el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural conjuntamente con el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, en el marco de sus atribuciones, "establecerán mecanismos de control del abastecimiento interno de alimentos (en este caso del azúcar), priorizando la seguridad alimentaria, a partir de los cuales se establecerán los excedentes de productos y subproductos agrícolas e industriales", anota la Ley.

En los términos del convenio. El acuerdo de marzo, una vez implementada la actual Ley, luego de su promulgación, tiene el objetivo principal de llegar hasta el 2025 con la inversión de $us 1.600 millones de dólares, de los cuales $us 900 millones tienen que ver con la inversión que desarrollarán los productores cañeros con la mejora en los rendimientos de campo y la ampliación de la frontera agrícola; y $us 700 millones restante inherentes a las industrias sucro alcoholeras. Actualmente los ingenios como Unagro, Guabirá y Aguaí, según sus ejecutivos, ya vienen ejecutando la inversión prevista en cada uno de ellos, sobre todo en la instalación de la planta deshidratadora de alcohol en su fase neutra para convertir en etanol (proceso que consiste en extraer todo el agua existente hasta un 99,9%).

"Inicialmente estamos unos 15 millones de dólares de inversión como parte de una inversión mucho mayor, conforme pase el tiempo y la demanda de etanol de parte de (YPFB)", informó Marcelo Fraija, gerente general del Ingenio Unagro, asentado en el municipio de Minero del norte cruceño. A su vez, Aguaí se encuentra ya con una planta para producir al menos 700.000 mil litros por día de etanol, tienen acopiado 30 millones de litros de alcohol para deshidratar y con la nueva planta para producir al mes 60 millones de litros de etanol.

"Así que ni bien se promulguen la Ley, arrancamos con la producción del etanol con la capacidad al cien por cien como para entregar alcohol para ser añadido a la gasolina", aseguró Colamarino. Una vez promulgada la norma, la primera etapa en el que se involucra a todas las industria del sector para la entrega de etanol a YPFB, tiene que ver con 80 millones de venta a la estatal petrolera, por esta gestión. "Los volúmenes de entrega, este primer año son 80 millones, luego conforme la demanda de YPFB, ojalá podamos correr rápido, para generar una mayor producción, señaló. En ese contexto, la ecuación entre la industria y YPFB, tiene tareas específicas: según Aguilera, todos los ingenios sin excepción se encargarán de la entrega de etanol y por su parte la empresa estatal se encargará del proceso de mezcla y constituir el biocombustible para el consumidor final. Desde los productores.

"El éxito del negocio está en los volúmenes de compra que haga YPFB", dicen al unísono tanto productores cañeros como la propia industria. Eso permitirá cumplir con los objetivos trazados hasta el 2025 por un lado y por otro con las inversiones adecuadas en alentar mayor producción de la materia prima en términos de mejores rendimientos, variedades, investigación, ampliación de la superficie agrícola, introducción de tecnología, entre otros. Para el productor cañero y experto en el tema, Johny Claros Cadima, es una buena noticia que ya se haya aprobado la norma, más aún en un contexto actual donde "el margen de contribución" (ganancias) en favor del productor primario son mínimos por la sobreoferta del azúcar en el mercado interno y los bajos precios fuera del país. "Es cierto que no arrancaremos con la adición del etanol a la gasolina en el margen del 25%, pero abriga la esperanza para que en plazo inmediato el productor cañero pueda hacer inversiones y las industrias también, para llegar a esos parámetros", precisó.

Además, otro de los incentivos que alegra a los productores es que se garantiza tanto a cañeros y a la industria sucro alcoholera, la compra del producto por espacio de cinco años a un precio fijo de $us 0,72 por litro de etanol. Si bien no está mencionado en la actual Ley del Etanol, el compromiso asumido por el Gobierno recién será refrendado una vez promulgada la norma, en el momento de firmar los contratos con YPFB con las principales empresas sucro alcoholeras del país. "Estamos a la expectativa que esto arranque, dado que nos vendrá de mucho beneficio para todos, no solo los productores cañeros sino para mucha gente esto dinamizará ingresos y mayores empleos", puntualizó Rodolfo Jordán, presidente de la Unión de Cañeros de Guabirá. El biodiésel, otro desafío. En el caso del biodiésel, que en la ley se menciona, según los expertos en el tema forma parte de la política energética que se vaya a instrumentar de manera paulatina en los próximos años, dado que requerirá hacer inversiones importantes en nuevas tecnologías, dada por la compleja composición química.

El biodiésel emerge del aceite vegetal crudo, en este caso de la soya, cuya descomposición de la glicerina requerirá del alcohol anhidro o etanol para ser añadido al diésel, que según al nueva Ley, podrá ser hasta un 25%. "Biodiésel, es el aditivo de origen vegetal, resultante de la transformación química de un aceite o grasa, debidamente refinado, en reacción con el etanol anhidro", define el artículo 2 de la actual normativa. La ley libera de impuestos en la cadena del etanol Normativa. La Ley del Etanol, en su artículo 9 referente a la exención tributaria, anota que "la venta en mercado interno del etanol anhidro realizada por el productor YPFB, para la mezcla, agregación o cualquier otro proceso con gasolinas o diésel oíl, está exenta de Impuestos a los Consumos Específicos(ICE).

Caso IEHD. El artículo 10 refiere que los aditivos de origen vegetal, por su naturaleza no se encuentran sujetos al Impuesto Especial a los Hidrocarburos y Derivados. Resumen

• La Ley del Etanol, denominado así para dar cuerpo legal al ingreso de Bolivia a la era del biocombustible, apela al término de "aditivos de origen vegetal" en referencia al etanol para la mezcla con la gasolina y el aceite vegetal para el diésel oíl.

• El artículo 2 define como aditivos de origen vegetal a los productos intermedios extraídos o derivados de productos, subproductos, residuos y desechos vegetales que se emplean para ser mezclados con gasolinas, diésel oíl u otros carburantes de origen fósil. • El artículo 4, en el marco del Plan Multisectorial de Desarrollo Integral de Producción Alimentaria y Energética, conforme a la Ley No 777 de 21 de enero de 2016 , señala que vía el Ministerio de Desarrollo Productivo y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras y el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, "definirán los excedentes necesarios para la provisión de materia prima destinada a la producción de aditivos de origen vegetal".

• Asimismo, el artículo 4 , en el inciso “c” enfatiza que los citados ministerios se encargarán de " establecer los mecanismos de control de deforestación y desplazamiento de otros cultivos para la producción de cultivos destinados a la producción de aditivos de origen vegetal". También garantiza fortalecer las capacidades productivas de los pequeños y medianos productores agrícolas

• El artículo 6 en referencia a la regulación de la producción y mezcla de aditivos de origen vegetal, da cuenta que la misma estará a cargo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) en el ámbito técnico, económico y regulatorio de acuerdo a los lineamientos establecidos por el Ministerio de Hidrocarburos mediante Resolución Ministerial. .

• El mismo artículo precisa en sus tres incisos, que además de fijar el tope de la mezcla del etanol con la gasolina o el diésel oíl hasta un 25%, la ANH tiene la responsabilidad de "emitir licencias de operaciones para la producción, almacenaje, transporte y /o comercialización del aditivo de origen vegetal que se vaya a destinar a la mezcla con gosolinas o diésel oíl, cuando estas cumplan estándares técnicos de calidad establecidos".

• Referente a la forma de cálculo del precio del etanol, señala el artículo 7 de la norma, que será la ANH la que "determinará el precio de los aditivos de origen vegetal nacionales que se utilizarán para ser mezclados con las gasolinas o diésel oíl, sobre la base de la metodología a ser aprobada por el Ministerio de Hidrocarburos.

• Para el caso de etanol anhidro, para el primer periodo el cálculo del precio deberá contemplar entre los factores pertinentes: las inversiones necesarias realizadas para el inicio del proceso de producción del Etano Anhidro a partir del producto o subproducto industrial corresponden y el precio de indiferencia entre transformar la materia prima en alcohol u otro producto principal.

En tanto para el periodo posterior "se establecerá en función al precio del combustible resultante de la mezcla del etanol anhidro con gasolinas". Punto de vista 'El beneficio no solo es para el sector sino para el país' Reny Vargas Pinto Presidente Cainco Norte y Productor "Hace rato que Bolivia debió ingresar a los biocombustibles, prácticamente somos los últimos de la región en este tema. De todas maneras, con la aprobación de la Ley del Etanol, obviamente le da marco legal para que esto empiece a funcionar desde ya, dado que las industrias ya han soltado inversión en instalación de plantas deshidratadoras y de paso se han creado una enorme expectativa en el sector cañero.

La aprobación de la norma, supera esa ansiedad e incertidumbre todavía reinante. Ahora, en lo coyuntural no deja de ser una alternativa para el sector para descongestionar un poco la sobreproducción de azúcar y los bajos precios que hay. Por ese lado es beneficioso. Y si bien hemos conseguido que la Ley nos ampare al sector productivo, que eso nos ha costado una lucha tremenda entre el Gobierno, Yacimientos, como actores del tema y la parte industrial y cañera al lograr el precio de 0,72 centavos de dólares por espacio de cinco años.

En tanto para el Gobierno y el Estado, obviamente con este ingreso a los biocombustibles, el país ahorra millones de dólares que se van en este momento a la subvención de los carburantes. Pero el gran beneficio en todo esto no solo es para el sector sino para el país. En lugar de gastar esos recursos en importar combustibles y aditivos que son traídos de otros países, ahora se quedarán en el país, gracias a ese efecto dinamizador de la economía que implica generar la cadena de los biocombustibles".