FUENTE: PÁGINA SIETE
Aunque la empresa Sproule reportó ayer que las reservas probadas de gas alcanzaron los 10,7 Trillones de Pies Cúbicos (TCF), los especialistas en hidrocarburos cuestionaron la cifra y aseguraron que en los últimos cuatro años no hubo descubrimientos gasíferos para reponer el consumo. Se estima que entre 2013 y 2017, el consumo de gas fue de 0,8 TCF para abastecer al mercado interno y cumplir con las exportaciones hacia Brasil y Argentina. El analista en Hidrocarburos Hugo del Granado estimó que durante este periodo se consumieron aproximadamente 3,2 TCF y que para alcanzar los 10,7 TCF se debió descubrir 4,45. Sin embargo, afirmó que durante los últimos cuatro años, el Gobierno no comunicó descubrimientos de yacimientos que permitan alcanzar esa cifra.
“Esta certificación es enigmática porque parece que arroja un número exclusivamente sacado de los informes de YPFB; por lo tanto, Sproule no tomó una posición distinta de la adoptada por YPFB” Contrastó la certificación de la empresa canadiense con cifras de la Asociación Latinoamericana de Energía que en su Memoria de 2017 ubicó las reservas probadas de Bolivia en 7,1 TCF. En su informe, Sproule señala que las reservas probadas más las probables suman 12,5 TCF y las probadas, más las probables y posibles, 14,7 TCF. Por su parte, Bernardo Prado, especialista en hidrocarburos, explicó que el incremento de 0,25 TCF de reservas probadas entre 2013 y 2017 evidencia que Bolivia carece de una campaña agresiva de exploración que permita reponer e incrementar las reservas del recurso natural. “Han pasado cuatro años y estamos con un ligero incremento en relación con la última certificación (2013); entonces, habría que ver en qué momento se hicieron esos aproximadamente tres TCF que nos permitió mantenernos en el nivel de hace cuatro años”, dijo. Cuestionó la ambigüedad con la que se presentaron los datos de certificación de las reservas y aseguró que YPFB tendría que aclarar si se trata de una certificación técnica o una evaluación de datos proporcionados a la empresa extranjera que se encargó del proceso. “Evaluación no es lo mismo que certificación.
Evaluación es dar algo para que yo evalúe. La certificación es algo más serio”, puntualizó. Ayer, el presidente de Sproule Internacional Limited, Cameron Six, en conferencia de prensa, presentó los resultados de “la evaluación de reservas” de Bolivia al 31 de diciembre de 2017 con el título Cuantificación y certificación de las reservas de hidrocarburos. Al respecto, Del Granado diferenció ambos términos y explicó que evaluación es una aproximación, mientras que certificación es un dato concreto y conciso. Para Hugo de la Fuente, exsuperintendente de Hidrocarburos, el leve incremento en las reservas probadas de Bolivia en los últimos años se debe a la inversión que se realizó en explotación de pozos de gas que ya producen el recurso natural.
“Estamos con las mismas reservas desde hace más de 10 años. No hubo un salto cualitativo desde 2006”, añadió. Asimismo, detalló que desde 2014 se destinaron recursos para que las reservas probables se conviertan en probadas y las posibles en probables. Los especialistas coincidieron en afirmar que las reservas probadas de gas son el principal indicador que las empresas utilizan para invertir en un país; en cambio, las probables y posibles requieren mayor inversión. Sin embargo, la empresa Sproule recomendó ayer al Gobierno boliviano tomar el dato referencial de reservas probadas más probables de 12,5 TCF. La oposición demanda detalles técnicos de informe canadiense El senador Óscar Ortiz (Movimiento Demócrata Social) calificó de inconsistente y poco creíble la certificación de reservas de gas presentada ayer por el Ministerio de Hidrocarburos.
Debido a ello, demandó a YPFB hacer público el informe completo y a detalle de la firma canadiense Sproule International Limited. Dijo que no se puede sostener un aumento o mantenimiento de reservas, si en estos años no hubo nuevos descubrimientos. Después de cuatro años de exportaciones y consumo interno son 0,8 TCF (trillones de pies cúbicos) por año que se han consumido, significa más de tres TCF desde la anterior certificación. “YPFB nos tendría que explicar dónde descubrieron más de 3,5 TCF en los últimos cuatro años para que este informe sea veraz”, manifestó. El parlamentario demócrata indicó que recibió información sobre una presunta modificación en el contrato con Sproule, lo que limitó el alcance de su trabajo al tomar como válidos los datos de YPFB. Por eso el documento de la consultora deja claro que las cifras están basadas en la información proporcionada por la estatal petrolera. Apuntó que Sproule se ha basado en un informe de YPFB por el cual los valores técnicos y económicos tienen un 100% de viabilidad, suponiendo que todas las inversiones económicas tendrán riesgo “cero” y serán 100% viables, lo cual es técnicamente imposible. Contrariamente, el presidente de la Comisión de Planificación, Política Económica y Finanzas de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, calificó los cuestionamientos de políticos y aseguró que las cifras garantizan las exportaciones de gas a Brasil y Argentina.
Firma francesa calcula130 TCF de potencial Beicip Franlab, a través de su gerente de Proyectos Bolivia, Frederick Schneider, afirmó que si se perfora todo el país se tendría un potencial estimado de 130 trillones de pies cúbicos (TCF) de hidrocarburos.
En el caso puntual de la Cuenca Madre de Dios, recomendó la realización de dos pozos estratigráficos para tener certeza de los reservorios. “Lo que tengo es un potencial. Si perforo todo el país, estamos esperando un promedio más o menos de 130 TCF, pero eso sería una utopía. En realidad hay que hacer estudios, pero lo que tenemos es el potencial, hay que invertir pero no tengo idea del monto”, afirmó, según ANF. Para el caso de la Cuenca Madre de Dios de la Amazonia boliviana, destacó que se estima un reservorio de 12 TCF de gas y 4.500 millones de barriles de petróleo (Bbbl). Sin embargo, recomendó que para lograr una mayor certeza sobre el potencial hidrocarburífero, se debe trabajar en pozos estratigráficos, lo cual no es muy sencillo, pues es bastante complicado acceder. “Antes de hablar de extracción yo esperaría los resultados de los pozos estratigráficos para confirmar si el potencial es tan bueno (…).
Se necesitan esos dos pozos y la sísmica regional para confirmar porque hay una incertidumbre grande, o estamos del lado de la curva o estamos del otro lado. Sin esos datos complementarios no podemos estar seguros del potencial de la Cuenca Madre de Dios”, recalcó el experto de Beicip Franlap. En julio el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, proyectó que los recursos no convencionales de hidrocarburos en Bolivia alcanzarían los 1.000 TCF, cifra que fue observada por los expertos.
Aunque la empresa Sproule reportó ayer que las reservas probadas de gas alcanzaron los 10,7 Trillones de Pies Cúbicos (TCF), los especialistas en hidrocarburos cuestionaron la cifra y aseguraron que en los últimos cuatro años no hubo descubrimientos gasíferos para reponer el consumo. Se estima que entre 2013 y 2017, el consumo de gas fue de 0,8 TCF para abastecer al mercado interno y cumplir con las exportaciones hacia Brasil y Argentina. El analista en Hidrocarburos Hugo del Granado estimó que durante este periodo se consumieron aproximadamente 3,2 TCF y que para alcanzar los 10,7 TCF se debió descubrir 4,45. Sin embargo, afirmó que durante los últimos cuatro años, el Gobierno no comunicó descubrimientos de yacimientos que permitan alcanzar esa cifra.
“Esta certificación es enigmática porque parece que arroja un número exclusivamente sacado de los informes de YPFB; por lo tanto, Sproule no tomó una posición distinta de la adoptada por YPFB” Contrastó la certificación de la empresa canadiense con cifras de la Asociación Latinoamericana de Energía que en su Memoria de 2017 ubicó las reservas probadas de Bolivia en 7,1 TCF. En su informe, Sproule señala que las reservas probadas más las probables suman 12,5 TCF y las probadas, más las probables y posibles, 14,7 TCF. Por su parte, Bernardo Prado, especialista en hidrocarburos, explicó que el incremento de 0,25 TCF de reservas probadas entre 2013 y 2017 evidencia que Bolivia carece de una campaña agresiva de exploración que permita reponer e incrementar las reservas del recurso natural. “Han pasado cuatro años y estamos con un ligero incremento en relación con la última certificación (2013); entonces, habría que ver en qué momento se hicieron esos aproximadamente tres TCF que nos permitió mantenernos en el nivel de hace cuatro años”, dijo. Cuestionó la ambigüedad con la que se presentaron los datos de certificación de las reservas y aseguró que YPFB tendría que aclarar si se trata de una certificación técnica o una evaluación de datos proporcionados a la empresa extranjera que se encargó del proceso. “Evaluación no es lo mismo que certificación.
Evaluación es dar algo para que yo evalúe. La certificación es algo más serio”, puntualizó. Ayer, el presidente de Sproule Internacional Limited, Cameron Six, en conferencia de prensa, presentó los resultados de “la evaluación de reservas” de Bolivia al 31 de diciembre de 2017 con el título Cuantificación y certificación de las reservas de hidrocarburos. Al respecto, Del Granado diferenció ambos términos y explicó que evaluación es una aproximación, mientras que certificación es un dato concreto y conciso. Para Hugo de la Fuente, exsuperintendente de Hidrocarburos, el leve incremento en las reservas probadas de Bolivia en los últimos años se debe a la inversión que se realizó en explotación de pozos de gas que ya producen el recurso natural.
“Estamos con las mismas reservas desde hace más de 10 años. No hubo un salto cualitativo desde 2006”, añadió. Asimismo, detalló que desde 2014 se destinaron recursos para que las reservas probables se conviertan en probadas y las posibles en probables. Los especialistas coincidieron en afirmar que las reservas probadas de gas son el principal indicador que las empresas utilizan para invertir en un país; en cambio, las probables y posibles requieren mayor inversión. Sin embargo, la empresa Sproule recomendó ayer al Gobierno boliviano tomar el dato referencial de reservas probadas más probables de 12,5 TCF. La oposición demanda detalles técnicos de informe canadiense El senador Óscar Ortiz (Movimiento Demócrata Social) calificó de inconsistente y poco creíble la certificación de reservas de gas presentada ayer por el Ministerio de Hidrocarburos.
Debido a ello, demandó a YPFB hacer público el informe completo y a detalle de la firma canadiense Sproule International Limited. Dijo que no se puede sostener un aumento o mantenimiento de reservas, si en estos años no hubo nuevos descubrimientos. Después de cuatro años de exportaciones y consumo interno son 0,8 TCF (trillones de pies cúbicos) por año que se han consumido, significa más de tres TCF desde la anterior certificación. “YPFB nos tendría que explicar dónde descubrieron más de 3,5 TCF en los últimos cuatro años para que este informe sea veraz”, manifestó. El parlamentario demócrata indicó que recibió información sobre una presunta modificación en el contrato con Sproule, lo que limitó el alcance de su trabajo al tomar como válidos los datos de YPFB. Por eso el documento de la consultora deja claro que las cifras están basadas en la información proporcionada por la estatal petrolera. Apuntó que Sproule se ha basado en un informe de YPFB por el cual los valores técnicos y económicos tienen un 100% de viabilidad, suponiendo que todas las inversiones económicas tendrán riesgo “cero” y serán 100% viables, lo cual es técnicamente imposible. Contrariamente, el presidente de la Comisión de Planificación, Política Económica y Finanzas de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, calificó los cuestionamientos de políticos y aseguró que las cifras garantizan las exportaciones de gas a Brasil y Argentina.
Firma francesa calcula130 TCF de potencial Beicip Franlab, a través de su gerente de Proyectos Bolivia, Frederick Schneider, afirmó que si se perfora todo el país se tendría un potencial estimado de 130 trillones de pies cúbicos (TCF) de hidrocarburos.
En el caso puntual de la Cuenca Madre de Dios, recomendó la realización de dos pozos estratigráficos para tener certeza de los reservorios. “Lo que tengo es un potencial. Si perforo todo el país, estamos esperando un promedio más o menos de 130 TCF, pero eso sería una utopía. En realidad hay que hacer estudios, pero lo que tenemos es el potencial, hay que invertir pero no tengo idea del monto”, afirmó, según ANF. Para el caso de la Cuenca Madre de Dios de la Amazonia boliviana, destacó que se estima un reservorio de 12 TCF de gas y 4.500 millones de barriles de petróleo (Bbbl). Sin embargo, recomendó que para lograr una mayor certeza sobre el potencial hidrocarburífero, se debe trabajar en pozos estratigráficos, lo cual no es muy sencillo, pues es bastante complicado acceder. “Antes de hablar de extracción yo esperaría los resultados de los pozos estratigráficos para confirmar si el potencial es tan bueno (…).
Se necesitan esos dos pozos y la sísmica regional para confirmar porque hay una incertidumbre grande, o estamos del lado de la curva o estamos del otro lado. Sin esos datos complementarios no podemos estar seguros del potencial de la Cuenca Madre de Dios”, recalcó el experto de Beicip Franlap. En julio el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, proyectó que los recursos no convencionales de hidrocarburos en Bolivia alcanzarían los 1.000 TCF, cifra que fue observada por los expertos.