FUENTE: LA RAZÓN
El 52,3% de la Inversión Extranjera Directa (IED) que recibió Bolivia en 2017 se destinó a las materias primas, una tendencia que no se ha revertido en el país en los últimos años y que muestra que el desarrollo económico aún se centra en los sectores extractivos. En su informe La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe 2018, la Cepal da cuenta de que el Estado Plurinacional recibió el año pasado $us 725 millones de IED, 116% más que en 2016, pero un monto todavía inferior a los registrados en 2012 y 2013, que alcanzaron los 1.060 millones en el primer caso y 1.750 millones en el segundo.
“El crecimiento se debió principalmente al aumento de la reinversión de utilidades. Los recursos naturales son un fuerte atractivo para los capitales extranjeros, y el sector de los hidrocarburos y la minería recibieron la mitad de los flujos brutos (sin incluir la desinversión), con un 31,6% y un 20,7%, respectivamente”, cita el documento de la institución de la Organización de las Naciones Unidas. Las cifras muestran que “seguimos en la extracción de recursos naturales sin lograr la tan anhelada industrialización, no solo en hidrocarburos, sino en todos los productos que se dan en el país, lo que hace a nuestra economía altamente dependiente de la exportación de gas natural y minerales”, evaluó Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz.
El informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sitúa a Bolivia como el sexto país de Sudamérica en recibir IED, aunque con $us 725 millones está muy lejos del quinto país, Chile, que registró $us 6.419 millones, y del primero, Brasil, que percibió $us 70.685 millones.
“El Gobierno no brinda las condiciones jurídicas e institucionales para la Inversión Extranjera Directa. Tampoco tenemos grandes proyectos porque buena parte de esta inversión viene para los sectores de minería e hidrocarburos”, consideró Gonzalo Chávez, director de la Escuela de la Producción y la Competitividad.
El 52,3% de la Inversión Extranjera Directa (IED) que recibió Bolivia en 2017 se destinó a las materias primas, una tendencia que no se ha revertido en el país en los últimos años y que muestra que el desarrollo económico aún se centra en los sectores extractivos. En su informe La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe 2018, la Cepal da cuenta de que el Estado Plurinacional recibió el año pasado $us 725 millones de IED, 116% más que en 2016, pero un monto todavía inferior a los registrados en 2012 y 2013, que alcanzaron los 1.060 millones en el primer caso y 1.750 millones en el segundo.
“El crecimiento se debió principalmente al aumento de la reinversión de utilidades. Los recursos naturales son un fuerte atractivo para los capitales extranjeros, y el sector de los hidrocarburos y la minería recibieron la mitad de los flujos brutos (sin incluir la desinversión), con un 31,6% y un 20,7%, respectivamente”, cita el documento de la institución de la Organización de las Naciones Unidas. Las cifras muestran que “seguimos en la extracción de recursos naturales sin lograr la tan anhelada industrialización, no solo en hidrocarburos, sino en todos los productos que se dan en el país, lo que hace a nuestra economía altamente dependiente de la exportación de gas natural y minerales”, evaluó Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz.
El informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sitúa a Bolivia como el sexto país de Sudamérica en recibir IED, aunque con $us 725 millones está muy lejos del quinto país, Chile, que registró $us 6.419 millones, y del primero, Brasil, que percibió $us 70.685 millones.
“El Gobierno no brinda las condiciones jurídicas e institucionales para la Inversión Extranjera Directa. Tampoco tenemos grandes proyectos porque buena parte de esta inversión viene para los sectores de minería e hidrocarburos”, consideró Gonzalo Chávez, director de la Escuela de la Producción y la Competitividad.