FUNETE: LA RAZÓN
Un informe de la Dirección General de Aeronaútica Civil (DGAC) presentado este lunes da cuenta que el Jet valuado en $us 10 millones, decomisado en el aeropuerto de El Trompillo de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra por la Aduana Nacional y adjudicado al Ministerio de la Presidencia, permaneció en territorio nacional por mantenimiento por más de 14 meses.
El avión Gulfstream modelo G-1159A, de uso exclusivo para viajes privados, ingresó a Bolivia el 7 de abril de 2017 y solicitó permiso para permanecer entre el 7 y 9 del mismo mes en territorio nacional. La aeronave cubría la ruta Cozumel (México) - Viru Viru (Santa Cruz) - Tapachula (México). Entre el 11 y 19 de abril la empresa dueña del Jet solicitó orden de salida. "En ambos casos no realizó las operaciones de salida presumiblemente por razones de mantenimiento", señala el informe de la DGAC.
Al respecto, el director ejecutivo de la DGAC, Celier Aparicio, señaló en el programa nocturno de Bolivia Tv "Hablemos Claro" que el 1 de agosto del año pasado la institución recibió la nota de John Alarcón Perdono, responsable de la nave, en la cual se solicitó una prórroga de estadía de la aeronave N-557JK "debido a razones de mantenimiento". La respuesta de la institución que regula las operaciones aéreas en el país es que tal solicitud deber ir dirigida a la Aduana Nacional de Bolivia, lo que no se efectivizó. Según el Director General de la DGAC en este caso no se cometió ninguna falta, lo que sí la aeronave se quedó más del tiempo de 30 días que permite la normativa aeronaútica. "No se apersonaron más a la DGAC", indicó Aparicio.
Un informe de la Dirección General de Aeronaútica Civil (DGAC) presentado este lunes da cuenta que el Jet valuado en $us 10 millones, decomisado en el aeropuerto de El Trompillo de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra por la Aduana Nacional y adjudicado al Ministerio de la Presidencia, permaneció en territorio nacional por mantenimiento por más de 14 meses.
El avión Gulfstream modelo G-1159A, de uso exclusivo para viajes privados, ingresó a Bolivia el 7 de abril de 2017 y solicitó permiso para permanecer entre el 7 y 9 del mismo mes en territorio nacional. La aeronave cubría la ruta Cozumel (México) - Viru Viru (Santa Cruz) - Tapachula (México). Entre el 11 y 19 de abril la empresa dueña del Jet solicitó orden de salida. "En ambos casos no realizó las operaciones de salida presumiblemente por razones de mantenimiento", señala el informe de la DGAC.
Al respecto, el director ejecutivo de la DGAC, Celier Aparicio, señaló en el programa nocturno de Bolivia Tv "Hablemos Claro" que el 1 de agosto del año pasado la institución recibió la nota de John Alarcón Perdono, responsable de la nave, en la cual se solicitó una prórroga de estadía de la aeronave N-557JK "debido a razones de mantenimiento". La respuesta de la institución que regula las operaciones aéreas en el país es que tal solicitud deber ir dirigida a la Aduana Nacional de Bolivia, lo que no se efectivizó. Según el Director General de la DGAC en este caso no se cometió ninguna falta, lo que sí la aeronave se quedó más del tiempo de 30 días que permite la normativa aeronaútica. "No se apersonaron más a la DGAC", indicó Aparicio.