Fuente: BAE

  

La disparada del dólar introdujo un serio inconveniente al mercado energético, ya que el ex CEO de Shell Juan José Aranguren ató todas las tarifas y los combustibles al precio de la divisa. Javier Iguacel, quien desde hoy estará a cargo de la cartera, deberá negociar con petroleras y gasíferas para amortiguar el traslado a precios de la mayor devaluación registrada en el país desde el 2002.

A fines del año pasado Aranguren terminó con el llamado “barril criollo” y liberó el precio de las naftas, apenas unos meses antes que la cotización del billete verde comenzara su ascenso imparable, una situación que agravó la suba en el barril de crudo desde comienzos de año. Por eso las empresas del sector argumentan que las naftas tienen un atraso en los surtidores superior al 30% pero Aranguren debió llegar a un acuerdo con ellas para estirar el ajuste. Algo similar ocurre con las tarifas de gas y luz.

En el primer caso, el sendero de precios diseñado por el ahora ex ministro marcaba un gas en boca de pozo de u$s6,8 el millón de BTU el año que viene desde los u$s4 actuales, algo que con la devaluación los expertos ya ven como inviable. En cuanto a la electricidad, Aranguren también dolarizó sus tarifas, por lo que el alza en el tipo de cambio deberá tenerse en cuenta al momento de calcular el próximo ajuste que se debatirá en audiencia pública.