TNS LATAM
Algunos datos sensibles y estimaciones hechas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), muestran que en 2017, China compró 90 millones de toneladas de soja y se prevé, que en el presente año, esas compras superarán los 100 millones.
De acuerdo a esas proyecciones, en 2021-2022 la demanda china será de 125 millones, para llegar a los 200 millones en 2025, un lapso relativamente breve para tan extraordinaria expansión de sus compras. Estos números que provienen de las investigaciones y análisis de la USDA.
La pregunta sobre si nos acercamos a un nuevo superciclo de los commodities surge de lo que está sucediendo en el campo de los commodities agrícolas, sobre todo los granos de soja y maíz destinados para la alimentación animal.
Hay un aumento generalizado del precio de las materias primas debido al crecimiento excepcional de la demanda asiática (que en más de 60% corresponde a China, la segunda. economía mundial).
En las últimas 2 semanas, el precio de los metales en el mercado mundial aumentó 33%, encabezado por el aluminio (35%); el níquel, creció 15%, en tanto que el cobre trepó 19% anual, alcanzando a 329,422 ¢u$s/lb en Londres el pasado viernes, cuando una semana atrás cotizaba a 311,573.
Por su parte el petróleo (Brent) alcanzó la semana pasada los u$s 75 el barril, que representaba un alza de 15% en un mes, el mayor nivel desde 2014. Pero ayer ya operaba a 76,59 dólares el barril, En abril, el precio del petróleo aumentó tanto como en todo 2017.
Los países petroleros del Golfo, encabezados por Arabia Saudita, apuestan a que el precio del crudo podría elevarse a u$s 90/u$s 100 el barril en 3 a 6 meses. Por eso dispusieron mantener el recorte de la producción de 20% acordado en enero de 2017 y que se mantiene vigente hasta diciembre de 2018. Rusia es parte de ese acuerdo petrolero.
La Federación Rusa fue el mayor productor mundial de petróleo, y en general de energía, hasta el año 2017. Luego ha sido sucedida por EEUU en el primer puesto del ranking global, debido al verdadero boom energético que experimenta por la producción de shale gas y shale oil.
El boom del shale en Estados Unidos es el centro de la producción energética mundial, y ha hecho que, por primera vez en la historia, supere la barrera de los 10 millones de barriles diarios, lo que ha ocurrido en el primer trimestre de 2018.
La clave de este boom de las materias primas es lo que sucede con los commodities agrícolas, ante todo, los granos para la alimentación animal (soja, maíz).
China experimenta la más gigantesca transición dietaria de la historia con el vuelco masivo de su población al consumo de proteínas cárnicas.
Este proceso es encabezado por la nueva clase media de 440 millones de personas con niveles de ingreso comparables a los norteamericanos (u$s 35.000/u$s 45.000 anuales), cuyo gasto ha provocado un boom en el consumo, sobre todo de los alimentos de alto valor y preferentemente de marcas de dimensiones mundiales.
Es altamente probable que las importaciones de granos sean realmente explosivas en la próxima década. Pero no se trata tan solo de alimentos. También se verá un proceso similar en el sector del petróleo y el gas. Ya en 2017, las importaciones chinas de petróleo llegaron a 8,4 millones de barriles diarios y vienen teniendo una suba de 11% anual, en tanto que las de gas líquido llegarían a más de 50.000 millones de dólares este mismo año, proviniendo en su mayoría de EEUU.
Esa extraordinaria demanda es uno de los factores que empujan al alza el precio del petróleo en los últimos meses.
El fenómeno de consumo chino es un adelanto de lo que sucederá en el resto del continente asiático con 4.500 millones a 5.000 millones de habitantes en los próximos 5 a 10 años.
El principal resultado de la aceleración de esta tendencia es que China y el resto de Asia importarán cada vez más granos para la alimentación animal hasta adquirir un carácter exponencial en una década.
La reaparición en el mundo de un nuevo superciclo de las materias primas como ya sucediera en 2001 con la irrupción de aparición de China y otros países de Asia en el comercio internacional y la incorporación ese año del gigante asiático a la Organización Mundial de Comercio (OMC), vuelve a tener a la economía china como el eje y la locomotora de la demanda global, en especial en alimentos y materias primas.
Debe tenerse en cuenta, en especial por parte de los países productores de materias primas como muchos de Sudamérica, que además la mayor parte de los países asiáticos están siguiendo la tendencia de China, es decir, elevando su consumo, lo que significa unos 5.000 millones de personas fuertemente demandantes.
Todo anticipa que puede volverse a generar un nuevo superciclo de commodities, el segundo de la historia del capitalismo en el siglo XXI, de igual y aún superior envergadura al de 2001-2010.