El gigante petrolero Saudi Aramco estaría pensando en salir sólo a la bolsa local. Al igual que Argentina, Arabia Saudita espera ser ascendida a emergente este año
Fuente: Cronista
   
Mayor salida a bolsa del mundo: se tambalea el debut de la petrolera saudí Arabia Saudita está considerando cada vez más sacar al gigante petrolero Saudi Aramco solamente a la bolsa local, ya que los planes de una oferta pública inicial (OPI) en Londres o Nueva York están en la cuerda floja, dijeron fuentes cercanas al proceso.
 
El país asiático espera obtener la clasificación de mercado emergente del compilador del índice MSCI en junio, lo que ayudaría a Saudi Aramco a atraer fondos occidentales, además de inversores clave como China, Japón y Corea del Sur, dijeron las fuentes.
 
"Supongo que existe un 50 por ciento de posibilidades de que no haya OPI internacional", dijo una fuente de alto nivel familiarizada con el proceso.
 
Arabia Saudita tiene previsto incluir hasta el 5% de Saudi Aramco en una oferta pública inicial que podría valuarla en hasta 2 billones de dólares y convertirla en la compañía petrolera más grande del mundo por capitalización de mercado.
 
El ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid al-Falih, dijo la semana pasada que Aramco era demasiado importante como para arriesgarse a cotizar en Estados Unidos debido a temores de litigio, como las demandas existentes contra firmas petroleras rivales por su papel en el cambio climático.
 
Funcionarios británicos han dicho que pares saudíes les dijeron que Londres tenía posibilidades de ser elegida para la OPI, pero recién en 2019 como fecha más próxima, según el diario local Financial Times. Las fuentes dijeron a Reuters que el reino se concentra ahora en una salida en la bolsa local, o Tadawul.
 
"Lo único que sabemos hoy es que Tadawul será la sede clave de la salida por ser nuestra bolsa nacional", dijo Falih a CNN.
 
"Estamos esperando que las reformas estén en su lugar y unirnos al MSCI y la salida a bolsa de Aramco en Tadawul será un catalizador para ese mercado de capitales mientras atraemos capital internacional al reino", agregó el funcionario a la cadena estadounidense la semana pasada.
 
La opción de Hong Kong también estaría dando vueltas, ya que ayudaría a los inversores asiáticos. En la operación, este segmento, en particular de agentes del mercado japoneses y chinos,jugarán un rol clave en el debut bursátil de Aramco.
 
Además, si la empresa se abre en una rueda occidental, la compañía saudí tendría que revelar mucha más información confidencial que si lo hace en Hong Kong. Si bien Aramco ya ha dicho que busca darle un sello internacional a la IPO, lo que apunta a la selección de una bolsa extranjera, esa vocación se tambalea.
 
Arabia Saudita atravesó el año pasado una decepción similar a la de la Argentina cuando el banco de inversión Morgan Stanley anunció no sería clasificada como un mercado emergente y por lo tanto no ingresaría al índice MSCI, debiendo esperar un año para intentarlo de nuevo.
 
Robaron récord de emisión Arabia Saudita se quedó por ahora a las puertas de batir un récord, el de concretar la mayor oferta inicial de acciones de la historia con la salida a bolsa de Aramco. Pero si bien ese objetivo quedó, como mínimo, postergado para el año próximo, el estado saudí ostenta otro récord, el de ser autor de la mayor emisión de deuda soberana emergente de la historia, "privilegio" que le quitó a la Argentina.
 
En 2016 Araba Saudita colocó u$s 17.500 millones de deuda en la primera oferta soberana del reino en los mercados internacionales, que atrajo una demanda que superó en cuatro veces a la oferta.
 
La operación eclipsó el récord emergente anterior, que correspondía a la Argentina, tras la venta de u$s 16.500 millones de deuda soberana en abril para cerrar el litigio con los holdouts.
 
Pero la colocación saudí sumó una demanda de u$s 67.000 millones, que no llegó a superar el máximo histórico de u$s 69.000 millones que atrajo la emisión argentina.
 
El enorme interés por la deuda saudí se debió en su momento en parte a las bajas tasas de interés globales y a la frustración de los fondos por la falta de activos de rendimientos altos en el mundo.
 
La emisión es además un éxito para Arabia Saudita porque garantiza a los inversores la estabilidad de sus finanzas públicas y la reducción de su dependencia del petróleo.
 
Capital Economics en Londres calculó que la deuda financiaría un tercio del déficit fiscal del próximo año y casi toda la brecha de cuenta corriente actual, lo que implica que probablemente las reservas del reino no caigan demasiado en los próximos años.