FUENTE: PÁGINA SIETE
A 174 días de su inauguración el 14 de septiembre de 2017, la Planta de Amoniaco y Úrea en Bulo Bulo sólo operó 132 días y 42 días estuvo parada. El Gobierno informó que actualmente se hacen trabajos de mantenimiento programado. Expertos afirman que esto no es normal en este tipo de infraestructuras nuevas y piden que el Gobierno sea transparente en informar los cronogramas de paros. El 14 de septiembre del año pasado, el presidente Evo Morales dispuso el inicio de operaciones de la planta de Amoniaco y Úrea, ubicada en la población de Bulo Bulo, Cochabamba. Con eso se daba inicio a la industrialización de los hidrocarburos.
No obstante, durante los primeros días de diciembre del mismo año se conoció del primer paro por “mantenimiento”, que duró desde el 6 de ese mes hasta el 12 de enero de este año. Luego durante esta semana se conoció sobre un “segundo mantenimiento programado” que comenzó el lunes 5. Se desconoce la fecha de reanudación de operaciones. Sobre este último, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó mediante nota de prensa que se realizan trabajos de mantenimiento en la planta de amoniaco, “con el fin de garantizar la óptima operación del complejo hidrocarburífero (...)”.
Al respecto, su vicepresidente Gonzalo Saavedra precisó que las tareas que se realizan en la planta están establecidas en el ámbito del “Plan Anual de Mantenimiento e Inspección de las plantas de YPFB”. Observaciones Los expertos Bernardo Prado y Hugo del Granado coincidieron en afirmar que en el mundo ninguna planta nueva paraliza sus operaciones luego de haber sido inaugurada; por lo tanto, el Gobierno debe ser transparente en informar las verdaderas razones del paro.
“Definitivamente hay un problema en la operatividad de la planta, no es normal que registre paradas por mantenimiento programado. Si fuera así, debería haber un cronograma de paros”, observó Prado. En su criterio, este problema hace que se incumplan los programas de comercialización del fertilizante y que se acumule la urea en lugares fuera de norma, lo que genera un panorama desalentador. Del Granado explicó que Bulo Bulo es un complejo petroquímico de enormes dimensiones industriales y que para poner en marcha una planta de estas características se tiene que seguir múltiples protocolos de operación, al igual que para el apagado; por lo tanto, no es un proceso que demore horas, sino días. “Entonces es absurdo que nos digan que se debe a un mantenimiento programado.
El Gobierno debe publicar cuáles son los cronogramas de paros programados para saber con antelación”, dijo. Incluso cuestionó que la empresa Bureau Veritas, que fue contratada para la fiscalización de la construcción de la Planta de Amoniaco y Úrea, no hubiese tenido el cuidado de que cada uno de los componentes y equipos sean debidamente probados tanto en vacío como en operación. Para el analista, otro de los problemas que se debe solucionar es la pugna que hay entre los transportistas locales y los sindicalizados del trópico cochabambino, hecho que afecta en el transporte ferroviario. Advirtió que si el producto no se entrega a tiempo, se expone a la humedad, que provoca el deterioro de su calidad, debido a que ni en Puerto Quijaro ni en Montero se tiene control al respecto.
“Todos estos problemas pueden generar multas y sanciones por incumplimiento de parte de YPFB”, recalcó. Inversión y contrato Producción Se inició la construcción de la planta de úrea en septiembre de 2013 y fue inaugurada en septiembre de 2017 para producir 2.100 toneladas por día. La inversión para la factoría alcanzó los 953 millones de dólares. Negocio A fines de enero pasado, tras el contrato de compra-venta de úrea con la compañía Keytrade, que comercializa el fertilizante en tres estados de Brasil, YPFB informó que por la venta de 335 mil toneladas de úrea percibirán 200 millones de dólares en los próximos dos años. Mercado Asimismo la estatal informó que desde mañana venderá directamente el fertilizante a los pequeños y medianos productores del país.
Punto de vista Álvaro ríos Exministro de Hidrocarburos Es una planta de operación continua Hacer un análisis de lo que sucede con la operación, producción, exportación y otros temas de la planta de Amoniaco y Úrea resulta bastante complejo, cuando la información es un tanto reactiva y no muy clara de parte de YPFB. Si es que la planta de verdad está parada otra vez, no es una práctica normal para este tipo de procesos. Tendríamos una situación en que por segunda vez entra en mantenimiento programado en cinco meses. Este tipo de plantas tienen un precomisionado y comisionado (pruebas) por módulos en el arranque y es donde se detectan las fallas y se corrigen. No son construidas para operación tipo batch (por lote), más bien son de operación continua.
Si fuera cierto que es un paro programado por mantenimiento, nuevamente creemos que Samsung tiene la última palabra junto con YPFB. Si el problema no es constructivo u operacional, entonces tiene que ver con la logística para evacuar la úrea a los mercados. Siempre dijimos que se habría construido la planta muy alejada del principal mercado y que llevar el producto final sería más costoso y complicado, por el estado de los caminos, bloqueos y transportistas, manipuleo, tamaño del almacenaje y otros temas que hacen complicada su venta. Mucho peor cuando no se pudo construir la línea del tren desde planta hasta la frontera. Creemos que si este es el motivo de paro de la planta, YPFB debe dar un golpe de timón y mejorar el esquema de logística y comercialización. La úrea debe llegar al mercado para que se pueda recuperar el capital de inversión y operación y contribuya a mejorar las exportaciones.
A 174 días de su inauguración el 14 de septiembre de 2017, la Planta de Amoniaco y Úrea en Bulo Bulo sólo operó 132 días y 42 días estuvo parada. El Gobierno informó que actualmente se hacen trabajos de mantenimiento programado. Expertos afirman que esto no es normal en este tipo de infraestructuras nuevas y piden que el Gobierno sea transparente en informar los cronogramas de paros. El 14 de septiembre del año pasado, el presidente Evo Morales dispuso el inicio de operaciones de la planta de Amoniaco y Úrea, ubicada en la población de Bulo Bulo, Cochabamba. Con eso se daba inicio a la industrialización de los hidrocarburos.
No obstante, durante los primeros días de diciembre del mismo año se conoció del primer paro por “mantenimiento”, que duró desde el 6 de ese mes hasta el 12 de enero de este año. Luego durante esta semana se conoció sobre un “segundo mantenimiento programado” que comenzó el lunes 5. Se desconoce la fecha de reanudación de operaciones. Sobre este último, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó mediante nota de prensa que se realizan trabajos de mantenimiento en la planta de amoniaco, “con el fin de garantizar la óptima operación del complejo hidrocarburífero (...)”.
Al respecto, su vicepresidente Gonzalo Saavedra precisó que las tareas que se realizan en la planta están establecidas en el ámbito del “Plan Anual de Mantenimiento e Inspección de las plantas de YPFB”. Observaciones Los expertos Bernardo Prado y Hugo del Granado coincidieron en afirmar que en el mundo ninguna planta nueva paraliza sus operaciones luego de haber sido inaugurada; por lo tanto, el Gobierno debe ser transparente en informar las verdaderas razones del paro.
“Definitivamente hay un problema en la operatividad de la planta, no es normal que registre paradas por mantenimiento programado. Si fuera así, debería haber un cronograma de paros”, observó Prado. En su criterio, este problema hace que se incumplan los programas de comercialización del fertilizante y que se acumule la urea en lugares fuera de norma, lo que genera un panorama desalentador. Del Granado explicó que Bulo Bulo es un complejo petroquímico de enormes dimensiones industriales y que para poner en marcha una planta de estas características se tiene que seguir múltiples protocolos de operación, al igual que para el apagado; por lo tanto, no es un proceso que demore horas, sino días. “Entonces es absurdo que nos digan que se debe a un mantenimiento programado.
El Gobierno debe publicar cuáles son los cronogramas de paros programados para saber con antelación”, dijo. Incluso cuestionó que la empresa Bureau Veritas, que fue contratada para la fiscalización de la construcción de la Planta de Amoniaco y Úrea, no hubiese tenido el cuidado de que cada uno de los componentes y equipos sean debidamente probados tanto en vacío como en operación. Para el analista, otro de los problemas que se debe solucionar es la pugna que hay entre los transportistas locales y los sindicalizados del trópico cochabambino, hecho que afecta en el transporte ferroviario. Advirtió que si el producto no se entrega a tiempo, se expone a la humedad, que provoca el deterioro de su calidad, debido a que ni en Puerto Quijaro ni en Montero se tiene control al respecto.
“Todos estos problemas pueden generar multas y sanciones por incumplimiento de parte de YPFB”, recalcó. Inversión y contrato Producción Se inició la construcción de la planta de úrea en septiembre de 2013 y fue inaugurada en septiembre de 2017 para producir 2.100 toneladas por día. La inversión para la factoría alcanzó los 953 millones de dólares. Negocio A fines de enero pasado, tras el contrato de compra-venta de úrea con la compañía Keytrade, que comercializa el fertilizante en tres estados de Brasil, YPFB informó que por la venta de 335 mil toneladas de úrea percibirán 200 millones de dólares en los próximos dos años. Mercado Asimismo la estatal informó que desde mañana venderá directamente el fertilizante a los pequeños y medianos productores del país.
Punto de vista Álvaro ríos Exministro de Hidrocarburos Es una planta de operación continua Hacer un análisis de lo que sucede con la operación, producción, exportación y otros temas de la planta de Amoniaco y Úrea resulta bastante complejo, cuando la información es un tanto reactiva y no muy clara de parte de YPFB. Si es que la planta de verdad está parada otra vez, no es una práctica normal para este tipo de procesos. Tendríamos una situación en que por segunda vez entra en mantenimiento programado en cinco meses. Este tipo de plantas tienen un precomisionado y comisionado (pruebas) por módulos en el arranque y es donde se detectan las fallas y se corrigen. No son construidas para operación tipo batch (por lote), más bien son de operación continua.
Si fuera cierto que es un paro programado por mantenimiento, nuevamente creemos que Samsung tiene la última palabra junto con YPFB. Si el problema no es constructivo u operacional, entonces tiene que ver con la logística para evacuar la úrea a los mercados. Siempre dijimos que se habría construido la planta muy alejada del principal mercado y que llevar el producto final sería más costoso y complicado, por el estado de los caminos, bloqueos y transportistas, manipuleo, tamaño del almacenaje y otros temas que hacen complicada su venta. Mucho peor cuando no se pudo construir la línea del tren desde planta hasta la frontera. Creemos que si este es el motivo de paro de la planta, YPFB debe dar un golpe de timón y mejorar el esquema de logística y comercialización. La úrea debe llegar al mercado para que se pueda recuperar el capital de inversión y operación y contribuya a mejorar las exportaciones.