TNS LATAM
Texas es esta semana escenario de uno de los grandes acontecimientos del mundo petrolero. La CERAWeek organizada por la consultora IHS Markit reúne a todos los partícipes del mercado desde las petroleras hasta los fondos de inversión de alto riesgo pasando por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La nota destacada la dio la AIE que difundió su último informe sobre perspectivas del mercado coincidiendo con la reunión. De acuerdo con este organismo que representa los intereses de las naciones de la OCDE la falta de inversión en la producción de crudo puede desembocar en torno 2020 en una oferta insuficiente de petróleo para una demanda mundial al alza. De acuerdo con la Agencia los incrementos de producción en los próximos dos años serán aportados fundamentalmente por la industria petrolera no convencional estadounidense. La realidad es que la recuperación de los precios ha permitido retornar al mercado a las empresas dedicadas a la explotación del crudo y el gas atrapado en los esquistos que no sucumbieron a la brutal caída de precios iniciada en 2014. Pero este retorno no es un simple regreso al pasado. Las cosas han cambiado. Las empresas han mejorado su tecnología, han reducido sus costes y aumentado su eficiencia lo que las ha convertido en proveedores de un crudo más barato que en el pasado. La presencia del “shale” hasta ha rediseñado los oleoductos que ahora se dirigen al sur, hacia las refinerías del Golfo de México con el objetivo de entrar en el mercado internacional mediante la exportación.
Texas es esta semana escenario de uno de los grandes acontecimientos del mundo petrolero. La CERAWeek organizada por la consultora IHS Markit reúne a todos los partícipes del mercado desde las petroleras hasta los fondos de inversión de alto riesgo pasando por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La nota destacada la dio la AIE que difundió su último informe sobre perspectivas del mercado coincidiendo con la reunión. De acuerdo con este organismo que representa los intereses de las naciones de la OCDE la falta de inversión en la producción de crudo puede desembocar en torno 2020 en una oferta insuficiente de petróleo para una demanda mundial al alza. De acuerdo con la Agencia los incrementos de producción en los próximos dos años serán aportados fundamentalmente por la industria petrolera no convencional estadounidense. La realidad es que la recuperación de los precios ha permitido retornar al mercado a las empresas dedicadas a la explotación del crudo y el gas atrapado en los esquistos que no sucumbieron a la brutal caída de precios iniciada en 2014. Pero este retorno no es un simple regreso al pasado. Las cosas han cambiado. Las empresas han mejorado su tecnología, han reducido sus costes y aumentado su eficiencia lo que las ha convertido en proveedores de un crudo más barato que en el pasado. La presencia del “shale” hasta ha rediseñado los oleoductos que ahora se dirigen al sur, hacia las refinerías del Golfo de México con el objetivo de entrar en el mercado internacional mediante la exportación.
Los precios del crudo por encima de los 60 dólares por barril resultado de una demanda robusta y de los recortes de producción de la OPEP y sus aliados externos como Rusia han espoleado una segunda ola de producción del crudo no convencional en Estados Unidos. De acuerdo con el informe de la AIE que hace una proyección a cinco años los productores petroleros independientes contribuirán con fuerza a un incremento en la oferta diaria de crudo estadounidense de 3,7 millones de barriles diarios lo que representa más del 50% del incremento mundial de producción para esas fechas.
La Agencia ha revisado al alza en más de 2 millones de barriles diarios su previsión de crecimiento estadounidense efectuada el año pasado a resultas del firme retorno de las petroleras no convencionales al mercado. Estados Unidos, junto con Brasil, Canadá y Noruega van a permitir que el suministro de crudo pueda satisfacer la demanda durante los próximos dos años llevando el total de la oferta externa a la OPEP a 63,3 millones de barriles diarios en 2023. Sin embargo el informe advierte que la falta de inversión en la actividad upstream por parte de las petroleras convencionales puede estar acumulando problemas para el futuro.
De acuerdo con esta Agencia la inversión está muy lejos de haberse recuperado y recién ahora se están viendo signos de reanimamiento. Su previsión es que para 2023 el colchón de capacidad ociosa va a ser anulado y comenzarán las tensiones de suministro a escala global. “Con una demanda global en crecimiento sostenido la respuesta del lado de la oferta es crucial”, señala el informe.
En el caso de una tensión de suministro la existencia de capacidad ociosa es decisiva para evitar una escalada de los precios y de acuerdo con las previsiones de la AIE la capacidad ociosa en la industria podría quedar en un 2% sobre la demanda lo que representa su punto más bajo desde 2007. En la historia de la industria petrolera el margen de seguridad lo ha aportado siempre la OPEP por el simple hecho que el principal exportador del mundo, Arabia Saudí, tiene reservas probadas y capacidad de producción que pueden colocar 2 millones de barriles diarios en el mercado en muy pocos días. La AIE subraya con este dato el papel de regulador del mercado que tiene la OPEP en un momento en el que el debate en la industria petrolera se ha centrado en la capacidad que tiene Estados Unidos para aportar la producción necesaria para el aumento global de la demanda.
El debate central en la industria petrolera es si el crudo producido en Estados Unidos cuyos productores se han hecho más resistentes a las condiciones adversas del mercado puede aumentar en la proporción necesaria como para hacer frente a los aumentos de la demanda global, lo que tendría además el efecto de sofocar las escaladas de precios en el mercado y regularlo como ha ocurrido desde la crisis de los precios.
Estados Unidos podría sobrepasar a Arabia saudí como exportador de crudo e incluso podría igualar al primer productor mundial, Rusia. Si se alcanzara un resultado semejante el equilibrio tradicional del mercado del crudo se vería considerablemente alterado. Pero aun así la producción estadounidense no sería suficiente para abastecer a la necesidad global de petróleo.
Un factor importante a tener en cuenta es que cada año salen de la producción una media de 3 millones de barriles diarios debido a la madurez de pozos en diversos campos de producción petrolera. Esto implica que además de la demanda nueva resultado de la creciente necesidad energética de las economías emergentes como las de India y China hay que hacer frente a la reposición de la producción perdida. La AIE es cautelosa y señala que no es previsible un pico de demanda que haga la situación insostenible. Pero advierte de que el aumento de la oferta en 2023 se verá limitado a 1 millón de barriles diarios comparado con 1,4 millones de barriles este año con una demanda global en ese año estimada en 104,7 millones de barriles diarios de crudo.
Mientras tanto, los fondos de alto riesgo siguen con su apuesta alcista en el mercado. Las posiciones largas netas en los mercados de futuros equivalen a 1.000 millones de barriles de crudo un factor que alimenta el sentimiento alcista del mercado. El secretario general de la OPEP Mohamed Barkindo se ha reunido con los fondos de inversión para una cena en Houston esta semana y ha señalado que no todos los inversores en los mercados de futuros de crudo saben lo que hacen. “Muchos de ellos tienen poca o ninguna experiencia o incluso una comprensión básica de como funciona el mercado físico del petróleo”, comentó a los analistas.
Barkindo también cenó con las petroleras no convencionales por segunda vez tras la primera experiencia el año pasado esta vez en un intento por lograr una moderación de la producción estadounidense que atenta contra la reducción de producción de la OPEP.