Fuente: El Tiempo
Un informe emitido por Ecopetrol, que emplea esta línea de transferencia para el traslado de 50.000 barriles de crudo diarios por el oriente del país, reportó un total de 22 eventos violentos contra esta infraestructura energética, entre atentados e intentos por parte de grupos ilegales para afectar su corteza metálica.
En comparación al mismo período de tiempo del año anterior, en el que solo se reportaron 5 afectaciones, esta práctica de guerra, cuya secuela impide la normalización del bombeo, ha experimentado en lo corrido de 2018 un despunte del casi 400 por ciento.
La empresa expresa su rechazo a la ola de atentados de las últimas semanas contra el oleoducto Caño Limón Coveñas, los cuales han puesto en riesgo la integridad de las personas y del medio ambiente
De acuerdo con este balance, operarios adscritos a la compañía han atendido nueve voladuras, las cuales han generado derrames de crudo en ríos y zonas de vegetación. Asimismo, se han desactivado cinco válvulas ilícitas y en recorridos aéreos se han observado 13 excavaciones, que develan la pretensión de las estructuras criminales de ‘herir’ este sistema de transporte.
“La empresa expresa su enérgico rechazo a la ola de atentados de las últimas semanas contra el oleoducto Caño Limón Coveñas, los cuales han puesto en riesgo la integridad de las personas y del medio ambiente en cercanías a la infraestructura blanco de los ataques, en los departamentos de Arauca, Norte de Santander y Boyacá”, indicó Ecopetrol en un comunicado.
Los eventos mencionados se han presentado en los municipios de Tibú, El Tarra, Teorama, Convención y El Carmen, en Norte de Santander; Saravena y Arauquita, en Arauca, y Cubará, en Boyacá. Por fortuna, las ofensivas recientes no han dejado roturas, ni tampoco han provocado el vertimiento del crudo.
En las últimas semana, la estatal petrolera ha denunciado la quema de dos vehículos pertenecientes a firmas contratistas y la arremetida con armas de fuego contra una aeronave, que han alterado su actividad productiva en la región del Catatumbo.
Ante este panorama de inseguridad, la Fuerza Tarea Vulcano del Ejército anunció mayor despliegue de tropas y el fortalecimiento de labores de vigilancia en el Comando Operativo Enérgetico, conformado por 3 batallones especiales con aproximadamente 1.800 uniformados.