En este periodo del gobierno de Evo Morales, según expertos, los persistentes retrasos en la industrialización del litio se deben a una falta de capacidad técnica y humana.
FUENTE:EL DÍA

El 1 de abril de 2008, el presidente Evo Morales había anunciado, que dentro de 18 meses comenzaría a funcionar una planta piloto de industrialización de litio y recursos evaporíticos del salar de Uyuni. A escasos tres meses de cumplir 10 años, como resultado de casi una década se tiene la inversión de alrededor de $us 450 millones de dólares y se alcanzaron hasta el momento con la construcción, según Yacimientos de Litio Bolivia (YLB), de cuatro plantas de producción, solo en fase piloto. Ellas son las plantas: de carbonato de litio, de cloruro de potasio, de ensamblado de baterías de litio y la planta piloto de cátodos de litio. Pero aún falta la fase de industrialización "Son diez años y ni siquiera tenemos las reservas del salar de Uyuni cuantificadas, cuyo estudio de acuerdo a normas internacionales, como correspondía, no se ha hecho y ni eso tenemos", enfatiza Juan Carlos Zuleta, analista de la Economía del Litio, al ser consultado por qué nos demoramos tanto.

Sin embargo, Luis Alberto Echazú, viceministro de Altas Tecnologías del Ministerio de Energía, descartó tal situación de demora dado que el proyecto del litio arrancó recién a fines de 2009, cuyo proceso toma tiempo. "Los proyectos de litio, normalmente duran entre 9 a 10 años, solo la parte de geología duran cuatro años. Entonces nosotros, en el promedio adecuado de los tiempos", respondió. Un contexto histórico. Según estudios que datan de muchas décadas atrás, se da cuenta que el salar de Uyuni es el más grande del mundo, con una superficie de aproximadamente 10.000 kilómetros cuadrados. Entre muchos estudios que se hicieron hace más de cuatro décadas atrás, en las labores exploratorias de la francesa Orstom y de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) entre 1978 y 1985 se practicaron 66 taladros (1 taladro cada 52/km2) y se analizaron 194 salmueras.

La evaluación de dichos trabajos, realizado por el geólogo francés Francois Risacher en 1989, para una profundidad de 4,7 metros y una porosidad del 35%, dio como resultado un volumen de salmueras de 165.000.000 m3, arrojando “reservas” según dicho estudio y para otros experto, solo “un potencial de recursos identificados” de 8,9 millones de toneladas de litio y 194 millones de toneladas de potasio. “De acuerdo a los estándares internacionales utilizados en cualquier operación minera y, según los últimos datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, nuestro país solo tendría (junto con Argentina) los mayores recursos identificados de litio del planeta (9 millones de toneladas métricas de litio de contenido metálico)", enfatiza Zuleta. "Hay que tener mucho cuidado cuando se habla de reservas", aclaró en contacto con El Día, Jorge Espinoza, exministro de Minería y especialista en el tema. "Una reserva de mineral es aquella que puede ser explotada económicamente en determinado momento.

Caso contrario hablamos de recursos. Los precios altos pueden transformar recursos en reservas y a la inversa. Para determinar reservas hay que realizar exploración intensiva ajustada a normas geológicas", argumentó. Ambos analistas señalan que en el salar de Uyuni no se ha realizado suficiente exploración y por tanto amerita la certificación de reserva. En respuesta a ello, en los últimos días, Juan Carlos Montenegro, gerente ejecutivo de YLB, informó que posiblemente en octubre de este año esté concluida la certificación de reservas de litio del Salar de Uyuni.

"Hay una empresa que está trabajando en eso, su informe final nos va a entregar estimamos en octubre de este año", dijo el funcionario a medios de La Paz. Por su parte Echazú argumentó que dicha certificación solo se hará en el área de operación inherente al 5% de los 10.582 kilómetros cuadrados del salar de Uyuni. "Se está haciendo solo a una fracción del salar. Claro se hará en la zona más rica y semirrica. Nuestro objetivo es validar una nueva cifra a la que se tiene", apuntó. Panorama actual. "Hemos cerrado el circuito de industrialización a escala piloto. Estamos ahora implementando la segunda fase a escala industrial", informó Echazú a El Día. A su vez, Rafael Alarcón, ministro de Energía, manifestó que dicho circuito de la industrialización del litio se cierra con la construcción de la planta de cloruro de potasio el mismo que ingresará a operar a partir del mes de agosto con una capacidad de producción de 350 mil toneladas anuales. Pero la mayor apuesta de la industrialización es hacer realidad hasta el 2019 la planta de Carbonato de Litio.

Según YLB, hasta el pasado viernes, cuatro de las cinco empresas que presentaron sus propuestas técnicas y económicas para el montaje y puesta en marcha de dicho complejo en el municipio de Uyuni-Potosí, se encuentran en carrera. En 30 días más se conocerá cuál se adjudicará el contrato”. El siguiente paso, será el de trabajar en la firma del contrato con la empresa que haya sido adjudicada. Nuestra pretensión es que arranquemos con las primeras faenas a fines del mes de marzo o en el mes de abril", señaló Montenegro. Además, Echazú informó que desde hace seis meses atrás están en negociación con seis consorcios internacionales para la fase industrial propiamente dicha: la fase de materiales catódico y baterías. "Ojalá tengamos respuestas en unos meses, para generar materiales catódicos y materiales", señaló. Mientras tanto, la gran demanda y los buenos precios del litio siguen imparables en el mercado internacional. Si bien el litio no es considerado comodities de manera que no cotiza en bolsa y el precio se fija entre el comprador y el vendedor, el mismo, en calidad de Carbonato de Litio, a mediados de 2016 ha llegado a ser comprado en China en $us 27.000 la tonelada.

El 2017, según Industrial Minerals, se mantuvo en $us 25.000 promedio. Según Espinoza, el Carbonato de Litio tiene mercado porque es utilizado para fabricación de baterías de litio. Además, destacó que con una tonelada de litio se producen 5,32 toneladas de carbonato de litio. Ante ese auge de buenos precios, según los expertos, Bolivia sigue rezagada. Señalan todo se debió a una mezcla de falta de capacidad ejecutiva, personal técnico experimentado y especializado, los que se asocian al lento proceso tecnológico y la industrialización del litio. Punto de vista 'Se entregó una gran tarea a gente no calificada' Juan Carlos Zuleta Analista de la economÍa del litio "El litio es y sigue siendo un tema pendiente para Bolivia y para este gobierno, que lo único que ha hecho es mucho show, dado que solo ha gastado cercano a los 500 millones de dólares, tomando en cuenta que solo en sus inicios se había concebido proyectos pilotos, con un costo de solo 20 millones de dólares. Tal cual no pasó. Luego vendría la fase industrial y ahora la tan mentada industrialización del litio.

El tema es que el Gobierno nacional ha asignado esta tarea de estratégica importancia para el país, a personas sin conocimiento sobre el tema, incluso a un montón de novatos 'junior', curiosamente han sido premiados hace poco tiempo por un medio, supuestamente por haber descubierto un proceso.. Ahora estamos con una fase piloto no terminada, con un diseño final elaborado por una firma alemana que ha sido contratado en agosto 2015 por diez meses, que aparentemente había terminado su trabajo en noviembre de 2017.

Eso muestra un retraso considerable, atribuible, en mi opinión, a una falta de desarrollo previo por parte del gobierno nacional (proceso de extracción debidamente probado, con patentes y certificaciones correspondientes, la pruebas para escalar precisamente de una fase piloto a una fase industrial), por lo cual la empresa habría encontrado casi nada y habría obligado a empezar de cero. Entre muchos aspectos, estos temas son inherentes a esta realidad. Definitivamente se han dado una suma de improvisaciones. Eso pasa cuando se entrega tamaña responsabilidad a gente que no tiene capacidad y menos honestidad suficiente". En el contexto internacional del litio y sus indicadores Demanda. Según estudios recabados por el analista en litio, Juan Carlos Zuleta, la demanda mundial de litio alcanzó el 2017 a 226.982 toneladas métricas. Hasta el 2025 la cifra proyectada anticipa que el mercado exigirá cinco veces más en volumen de litio.

Es decir 817.356 toneladas/año. Reservas. Según Geolical Survey, Mineral Commodity Summaries, las reservas mundiales de litio habían alcanzado a 47 millones de toneladas litio. Entre las cuales, Bolivia y Argentina comparten como los países con más recursos identificados de litio del mundo, con 9.0 millones de toneladas cada uno. Uso del litio. El carbonato de litio, de mayor demanda mundial es utilizado en un 39% para fabricación de baterías, el mismo tiene una demanda que crece cada día en la fabricación de vehículos eléctricos. Ahora el mercado se ha volcado a la China, dicen los expertos. Un 30% es a cerámica y vidrios, 8% grasas y lubricantes, entre otros.