El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró ayer que está garantizado el abastecimiento de agua en ciudades como La Paz, capital administrativa del país que hace un año sufrió racionamiento por la sequía.
FUENTE: JORNADA

"Ahora tenemos agua. Ya se acabó el racionamiento en la ciudad de La Paz", aseveró el mandatario en la inauguración de un trasvase. El proyecto de trasvase Pongo-Estrellani enviará 200 litros por segundo a la represa de Incachaca, para garantizar el suministro de agua potable a la ciudad de La Paz, obra que demandó la inversión de 97 millones de bolivianos.

Ese proyecto consiste en el bombeo de agua desde el río Unduavi, en la comunidad de Pongo de los Yungas de La Paz, hasta Estrellani, para luego trasladarla a la represa de Incachaca de La Paz. Morales recordó que la sequía "afectó bastante" a ciudades como La Paz, de unos 800.000 habitantes, y aún causa "problemas muy serios" en el oriente de Bolivia, especialmente en zonas rurales. Sin embargo, los problemas en La Paz sirvieron para prever soluciones con las que mejorar el abastecimiento "en todas las ciudades", con lo que "el agua está garantizado, no hay ningún racionamiento", subrayó.

El mandatario afirmó que las políticas de su Gobierno en recursos como el agua evitaron su privatización, al considerarlos un derecho fundamental y nacionalizarlos mediante programas que Bolivia exporta ahora "a todo el mundo". Evo Morales presidió la inauguración de un trasvase hasta una represa al este de La Paz en el que se invirtieron unos 14 millones de dólares, para abastecer a cerca de 300.000 habitantes de la ciudad, casi un tercio de su población. El proyecto se enmarca en una inversión global cercana a los 67 millones de dólares, para evitar problemas de desabastecimiento como los de 2016. En noviembre de ese año, unos 340.000 habitantes de La Paz sufrieron escasez de agua de forma prolongada, con racionamientos que después se ampliaron a la vecina ciudad de El Alto, que tiene una población similar, de unos 800.000 habitantes.

La crisis provocó que el Gobierno destituyera a responsables de la empresa estatal suministradora, Epsas, y del sector de regulación de aguas, mientras que en enero de 2017 dimitió la entonces ministra del Agua Alexandra Moreira. De otra parte, Morales informó que a la fecha se construyen tres represas que dotarán 300 litros por segundo de agua a la sede de Gobierno. Esas represas se construyen en las zonas de Chuquiapo-Chacaltaya, Pampa Larama y Alpaquita, con la inversión de 219 millones de bolivianos provenientes del Tesoro General de la Nación.

También se construye un canal en el sector de Milluni con la inversión de 15 millones de bolivianos para abastecer de agua a El Alto, aledaña a La Paz.