Los mercados del petróleo están esta semana atentos a las deliberaciones en Viena de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y otros productores de crudo, sobre una posible prolongación de la reducción de la oferta del combustible, lo que ha contribuido a un considerable encarecimiento del crudo hasta niveles que no se veían en dos años y medio.
Fuente: El Colombiano
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Mientras esa decisión llega, las empresas petroleras en Colombia han empezado a destapar sus cartas para el año que viene, y es así como Ecopetrol reveló su plan de inversiones para 2018; otras como Anadarko y Coremar esperan que se definan y establezcan nuevas condiciones contractuales (ver ¿Qué sigue?).
 
La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), por su parte, anticipa que el año que viene entrará en vigor el nuevo esquema de adjudicación, que pasa de rondas a la asignación permanente, con lo que cada mes el Gobierno ofertará áreas y bloques exploratorios.
 
En todo caso, el sector petrolero colombiano que se alista para celebrar su primer siglo de actividades, es consciente de la necesidad de alcanzar un gran descubrimiento en el corto plazo.
 
¿QUÉ SIGUE?
 
El presidente de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol), Germán Espinosa, propuso la construcción de un índice de competitividad social para la industria, que tenga capacidad para calificar las buenas prácticas, y que sirva de modelo para todas las empresas del sector. Según el dirigente, la valoración abarcaría a operadoras y prestadoras de servicio, con lo que se elevaría la calidad del sector. “Somos un sector con suficiente madurez para autorregularse. Por eso recomendamos a la industria que estudie la posibilidad de crear un ombudsman (defensor) al frente de una Oficina de Peticiones, Quejas y Reclamos, a la cual las comunidades puedan tocar la puerta de manera preventiva y que los conflictos se desactiven en fase temprana. Ser proactivos, no reactivos”, puntualizó.
 
TERPEL VE UN MEJOR PANORAMA
La presidenta de la Organización Terpel, Sylvia Escovar, sostuvo que la menor dinámica económica de este 2017 le restó a las ventas de la compañía, pues estas solo crecieron 4,7 %, al pasar de $10,6 billones entre enero y septiembre de 2016 a $11,1 billones en los mismos meses de este año. Para el 2018, la empresa está ajustando su plan de inversión el cual estará listo en los primeros días de diciembre. “Más que nuevas estaciones de combustibles, que seguramente las tendremos, pensamos en la ampliación de los servicios que actualmente ofrecemos en los puntos que ya tenemos. Se trata, entre otros, de tiendas de conveniencia que los afiliados a la red se encargan de crear”. La empresaria añadió que los mejores precios internacionales del petróleo impulsarán la inversión en esa industria.
 
ECOPETROL PONE US$4.000 MILLONES
La petrolera estatal destapó sus cartas y contempla inversiones hasta US$4.000 millones (unos $11,9 billones) para el 2018. El presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón Pardo, manifestó que el foco estará en las tareas de exploración, así como en el recobro mejorado, es decir extraer más crudo con nuevas tecnologías y sacarle más provecho a los yacimientos en explotación. Otra apuesta es arrancar el proceso de explotación de yacimientos no convencionales (fracking o fracturación hidráulica) e incluso comprar reservas. Frente a la incursión de Ecopetrol en la utilización de fracking, el funcionario indicó que se está trabajando para iniciar una prueba piloto. “Lo importante es no apurarnos, hay que hacer las cosas bien y esa prueba piloto durará un tiempo, tal vez años”, dijo.
 
HOCOL BUSCA MÁS GAS EN EL CARIBE
Esta filial de Ecopetrol, tiene sus apuestas en el norte del país (Valle Inferior del Magdalena en el departamento de Sucre). Según su presidente, Guillermo Fonseca, el próximo año se perforarán 25 pozos petroleros y 4 de gas. “Vamos a invertir unos US$200 millones, cifra mayor a los US$170 millones que se destinaron este año para esas labores”, expresó el directivo. Actualmente, Hocol produce 25 mil barriles de petróleo y cinco mil de gas y en un horizonte de cinco años proyecta triplicar su producción gasífera. En la mira de Hocol también está explorar y explotar la cuenca Sinú-San Jacinto, cuyo proceso de adjudicación está avanzando y se espera que este finalizado a mediados de febrero de 2018. “Estamos mirando el área, allá ya tenemos varios bloques y es probable que participemos en la ronda”, puntualizó.
 
CONTRATOS, CLAVE PARA ANADARKO
Esta empresa que es socia de Ecopetrol en la búsqueda de hidrocarburos en el mar Caribe está a cargo de siete bloques de exploración, en tres de los cuales se han hecho descubrimientos de gas (Gorgon, Purple Angel y Warrior-2). El gerente de la compañía, Alberto Gamboa, señala que se trata de hallazgos importantes, pero dada la complejidad para explotarlos advierte que “esos proyectos difícilmente entrarían en producción a mediados de la próxima década”. No obstante, Gamboa señala que las condiciones contractuales requieren plazos más flexibles que faciliten las inversiones en las diferentes etapas del proyecto. “En estos momentos estamos trabajando en un nuevo modelo de contratación, para asegurar que los inversionistas extranjeros vean opciones competitivas”.
 
COREMAR ESPERA POR EL AÑO 2019
Esta empresa prestadora de servicios para las petroleras que buscan yacimientos de combustibles en el mar, considera que el 2019 será realmente el año en que tome mayor impulso la exploración marítima. Julio Albán, gerente de Coremar, estima que Anadarko y Shell emprenderían ese año campañas para explorar dos o tres pozos y Ecopetrol y ONGC están ajustando cronogramas para ejecutar proyectos similares. Con el afán que tiene el país de aumentar sus reservas petroleras, Albán advierte que todo dependerá de los resultados que arroje la exploración. “Con nuevos yacimientos cercanos a la costa y a la infraestructura existente en La Guajira es posible tener el gas o el petróleo en corto plazo. En el caso contrario, tendríamos que esperar entre ocho o diez años”, asegura.
 
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