FUENTE: EL DEBER
El Banco Mundial (BM) señaló ayer que, según los pronósticos, como resultado del aumento sostenido de la demanda, de los recortes en la producción acordados entre los exportadores de petróleo y de la estabilización de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos, en 2018 el precio del petróleo aumentará de los $us 53 el barril registrados este año a $us 56, al tiempo que se estabilizará la suba de los precios de los metales. En la edición de octubre de 2017 de su informe Commodity Markets Outlook, el organismo pronostica que en 2018 los precios de los productos energéticos básicos (petróleo, gas natural y carbón) subirán un 4%, tras el considerable incremento del 28% que experimentaron este año. Se espera que el índice de los metales se estabilice el próximo año, luego de que el aumento del 22% de esta gestión, producto de una corrección en los precios del hierro, se vea compensado por el aumento del precio de otros metales básicos.
Se prevé que los precios de las materias primas agrícolas, entre ellos los productos alimentarios registrarán un modesto retroceso en 2017 y aumentarán ligeramente en 2018. “Los precios de la energía se están recuperando en respuesta al nivel de demanda sostenida y a la disminución de las existencias, pero mucho depende de la predisposición que muestren los productores de petróleo a ampliar los recortes en la producción”, afirmó John Baffes, autor principal del informe.
Según los pronósticos, el próximo año los precios del hierro caerán un 10%, aunque la escasez de oferta forzaría una suba de precios de los metales básicos, como el plomo, el níquel y el zinc. Entre los riesgos de deterioro figuran un nivel de demanda de China inferior al previsto o la disminución de las restricciones a la producción en las industrias pesadas de ese país. Se prevé que el año próximo disminuirán los precios del oro como consecuencia a las expectativas de aumento de las tasas de interés en Estados Unidos. Se espera que en 2018 los precios agrícolas se incrementen por la reducción de los suministros, y que el precio de los granos, los aceites y las harinas experimente un leve incremento. Los mercados de productos agrícolas básicos están bien abastecidos, y se prevé que en el caso de ciertos granos la relación entre las existencias y su uso (una medida del adecuado abastecimiento de los mercados) registrará valores elevados durante varios años.
Sin embargo, el hecho de que existan patrones climáticos favorables, mercados mundiales de alimentos bien abastecidos y precios mundiales relativamente bajos no implica necesariamente una amplia disponibilidad de alimentos en todas partes. Incidencia en Bolivia A decir de Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economista de Santa Cruz, la estimada subida de 10% del precio del zinc y plomo es significativa para incrementar la producción y los ingresos del país.
“Debemos estar atentos al momento que se conozca el Presupuesto General de Estado para la gestión 2018 y podamos observar la proyección del precio del barril de petróleo fijado por el Ejecutivo”, dijo Akamine. Para el experto, si se toma en cuenta la estimación para el sector agropecuario, se espera un crecimiento basado en el precio de granos, aceites y harinas.
Según el economista José Alberti, los precios internacionales de los minerales vienen mejorando desde principios de este año y eso ha impactado en los valores exportados del país. Las estimaciones de incremento del precio del petróleo tendrán una incidencia positiva en la economía de Bolivia en los ingresos por exportaciones de gas natural que venían cayendo desde 2014, sostuvo Alberti, añadiendo que existe un escenario menos optimista para los productos alimentarios debido a la sobreoferta existente.
El Banco Mundial (BM) señaló ayer que, según los pronósticos, como resultado del aumento sostenido de la demanda, de los recortes en la producción acordados entre los exportadores de petróleo y de la estabilización de la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos, en 2018 el precio del petróleo aumentará de los $us 53 el barril registrados este año a $us 56, al tiempo que se estabilizará la suba de los precios de los metales. En la edición de octubre de 2017 de su informe Commodity Markets Outlook, el organismo pronostica que en 2018 los precios de los productos energéticos básicos (petróleo, gas natural y carbón) subirán un 4%, tras el considerable incremento del 28% que experimentaron este año. Se espera que el índice de los metales se estabilice el próximo año, luego de que el aumento del 22% de esta gestión, producto de una corrección en los precios del hierro, se vea compensado por el aumento del precio de otros metales básicos.
Se prevé que los precios de las materias primas agrícolas, entre ellos los productos alimentarios registrarán un modesto retroceso en 2017 y aumentarán ligeramente en 2018. “Los precios de la energía se están recuperando en respuesta al nivel de demanda sostenida y a la disminución de las existencias, pero mucho depende de la predisposición que muestren los productores de petróleo a ampliar los recortes en la producción”, afirmó John Baffes, autor principal del informe.
Según los pronósticos, el próximo año los precios del hierro caerán un 10%, aunque la escasez de oferta forzaría una suba de precios de los metales básicos, como el plomo, el níquel y el zinc. Entre los riesgos de deterioro figuran un nivel de demanda de China inferior al previsto o la disminución de las restricciones a la producción en las industrias pesadas de ese país. Se prevé que el año próximo disminuirán los precios del oro como consecuencia a las expectativas de aumento de las tasas de interés en Estados Unidos. Se espera que en 2018 los precios agrícolas se incrementen por la reducción de los suministros, y que el precio de los granos, los aceites y las harinas experimente un leve incremento. Los mercados de productos agrícolas básicos están bien abastecidos, y se prevé que en el caso de ciertos granos la relación entre las existencias y su uso (una medida del adecuado abastecimiento de los mercados) registrará valores elevados durante varios años.
Sin embargo, el hecho de que existan patrones climáticos favorables, mercados mundiales de alimentos bien abastecidos y precios mundiales relativamente bajos no implica necesariamente una amplia disponibilidad de alimentos en todas partes. Incidencia en Bolivia A decir de Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economista de Santa Cruz, la estimada subida de 10% del precio del zinc y plomo es significativa para incrementar la producción y los ingresos del país.
“Debemos estar atentos al momento que se conozca el Presupuesto General de Estado para la gestión 2018 y podamos observar la proyección del precio del barril de petróleo fijado por el Ejecutivo”, dijo Akamine. Para el experto, si se toma en cuenta la estimación para el sector agropecuario, se espera un crecimiento basado en el precio de granos, aceites y harinas.
Según el economista José Alberti, los precios internacionales de los minerales vienen mejorando desde principios de este año y eso ha impactado en los valores exportados del país. Las estimaciones de incremento del precio del petróleo tendrán una incidencia positiva en la economía de Bolivia en los ingresos por exportaciones de gas natural que venían cayendo desde 2014, sostuvo Alberti, añadiendo que existe un escenario menos optimista para los productos alimentarios debido a la sobreoferta existente.