Fuente: Mundiario
Contra todo pronóstico que pueda tener el régimen de Nicolás Maduro, la crisis económica de Venezuela se intensificará antes del cierre del año. Expertos vaticinan una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 14% y una inflación que podría escalar al 1.400%, para los más conservadores. Esas estimaciones se desprenden del estudio de la firma Ecoanalítica, y en ella coinciden buena parte de los economistas y analistas que monitorean la crisis que atraviesa el petrolero país.
El economista Asdrúbal Oliveros señaló durante el foro ¿A dónde va Venezuela? Perspectivas 2018, que “la inflación acumulada desde septiembre de 2016 está en 1.083%. Con un nivel promedio de 35% de inflación al mes, vamos a cerrar con un récord de 1.400%. Es un escenario hiperinflacionario”. No sólo eso, sino que estima que a finales de 2017 la caída del PIB estará entre 12% y 14%, debido a la crisis política que atraviesa el país, enfrentamientos de posiciones y la misma polarización, aunado a la contracción de importaciones.
La economía venezolana se contrajo entre 36% y 40% en el último cuatrienio, según consultoras. “Hay una caída del poder adquisitivo de 50%, cifra inédita. Las familias destinan más de 80% de sus ingresos para comprar alimentos, una clara señal de empobrecimiento (…). Los mejores signos de la hiperinflación son la escasez de efectivo y el alza del dólar negro”, explicó el economista.
Desde el año 2003 el gobierno tiene el control total de las divisas , de manera que la mayor parte de la economía sea rige por el llamado dólar paralelo , donde un dólar puede costar un promedio de 27.000 bolívares, ocho veces más que la tasa oficial más alta que oferta el Gobierno.
Oliveros también advirtió sobre el riesgo de que Venezuela entre en “default técnico” en el pago de su deuda de octubre y noviembre, de unos 4.000 millones de dólares.
“Venezuela ha hecho importantes sacrificios para pagar la deuda, recortando el nivel de importaciones . Sin embargo, el peligro que vemos es el default técnico: que el gobierno tenga dificultades para mover el dinero”, expresó el economista.
Pero no solamente es el sacrificio sino que el economista pone énfasis en que la deuda del gobierno de Nicolás Maduro y de la petrolera PDVSA para octubre y noviembre no tiene periodo de gracia, esto significa que cualquier demora en el pago representaría un “default técnico”. Argumento que por supuesto ha sido negado por las autoridades.
Menos alentadora luce la opinión de otro economista, Alejandro Grisanti, quien considera que el próximo año la inflación en Venezuela alcance la cifra de 3.585% y ve muy probable que haya una cesación en el pago de la deuda externa. El país caería formalmente en hiperinflación y en una “hiperdevaluación”. Cree que en 2018 el Estado conseguiría ingresos petroleros de $26.200 millones, y tendría que usar la mitad para cancelar sus compromisos. “La producción petrolera está en caída y sin ánimos de recuperarse. Actualmente solo hay 50 taladros petroleros activos en Venezuela”, precisó.
El régimen reiteradamente denuncia que luego de las medidas sancionatorias de Estados Unidos hacia el país petrolero, se han dado retraso en el pago de importaciones de alimentos y medicinas e incluso algunos bancos se han negado a recibir el dinero asegurando que el “imperio ataca a los màs deposeìdos”.
Vale recordar que el pasado 25 de agosto Estados Unidos prohibió “transar nueva deuda emitida por el gobierno de Venezuela y su empresa petrolera estatal”, PDVSA.