Fuente: El Observador
El ente había cerrado un acuerdo con el Banco Central (BCU) para la compra a futuro de US$ 480 millones y así cubrirse de oscilaciones cambiarias, pero ahora la incertidumbre llega por el lado del crudo (ver aparte).
La referencia de costos que ANCAP utiliza para fijar las tarifas de los combustibles fue ajustada a la baja el pasado el 3 de julio. En enero había adoptado una cotización del crudo de US$ 56 y un dólar s $ 30,6. Luego de esa revisión, que redujo esos valores a US$ 49 para el barril y $ 29 para el dólar, el ente solo bajó el precio del gasoil a partir de julio en $ 3 por litro (8%).
Desde ese día, en promedio, el barril de Brent estuvo 4,8% por encima de la nueva previsión. Sin embargo, este lunes el Brent cerró en US$ 59,02, su precio más alto desde julio de 2015. El tipo de cambio –que permanece por debajo de los $ 29– es una buena noticia para ANCAP. Pero la disparada del crudo genera un desfasaje entre los valores actuales y los previstos.
El martes 19 de este mes, el presidente Tabaré Vázquez dijo a la prensa que las autoridades estaban "trabajando fuertemente" en una próxima rebaja de los combustibles y la tarifa de energía eléctrica. Los dichos del mandatario fueron en su reciente viaje a Estados Unidos donde participó de la Asamblea General de las Naciones Unidas. "Estamos trabajando fuertemente en el tema de las tarifas para ver si podemos definitivamente, como deseamos, bajar el costo, no solo para la gente en general sino para ayudar a la competitividad", dijo Vázquez.
El mandatario recordó la rebaja de 8% en el precio del gasoil en julio y los beneficios tarifarios otorgados a los sectores lácteos y arroceros. "Pretendemos hacerlo aún más extendidamente", sostuvo.
Sin embargo, según supo El Observador, los equipos técnicos de UTE y ANCAP no estaban al tanto de lo expresado por el presidente.
Fuentes consultadas indicaron que lo más factible sería que ese anuncio del presidente pudiera concretarse recién cuando se comiencen a definir los ajustes de precios para 2018.
En enero de este año el gobierno dispuso un aumento de los combustibles y las tarifas públicas. En el caso de ANCAP la suba fue, en promedio, de 8%.
La intención oficial con esos incrementos –sumadas al ajuste fiscal con el aumento del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y del Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social (IASS)– fue la de reducir el déficit de las cuentas públicas que había cerrado 2016 en 4% del Producto Interno Bruto (PIB), alejado de la meta oficial.
ANCAP además, arrastraba un resultado negativo en sus cuentas que comenzó a revertirse en 2016. En ese año, su balance cerró con una ganancia de US$ 15 millones luego de un quinquenio de pérdidas por US$ 800 millones.
Esperan por decreto para contratar otro seguro
Si bien ANCAP llegó este mes a un acuerdo con el Banco Central (BCU) para mitigar los impacto de una probable suba del tipo de cambio a futuro, en el caso del petróleo, el ente aún se ve impedido de contratar directamente un seguro con el mismo objetivo y reducir su nivel de exposición en los mercados internacionales. Fuentes de ANCAP habían explicado a El Observador que el ente todavía no logró contratar una cobertura de derivados porque la normativa vigente se lo impide.
De hecho fue por eso que entre julio de 2016 y junio de 2017, el Ministerio de Economía (MEF) pagó y cubrió una cobertura por el 43% de los embarques que crudo de ese período que costó US$ 15 millones. Fuentes oficiales informaron a El Observador que el decreto que redactó el MEF para que las empresas públicas puedan contratar derivados ya está listo y fue enviado al Tribunal de Cuentas para que se expida al respecto. De no surgir nada extraño, debería quedar publicado en el correr de los próximos días.
De todas formas, de mantenerse la presión alcista sobre el crudo, seguramente las condiciones de la cobertura tendrán un costo mayor que en el pasado. En el caso del BCU, ANCAP suscribió un acuerdo para la compraventa de divisas a futuro, algo que permitirá a ambas instituciones reducir las exposiciones al riesgo cambiario y dar mayor previsibilidad a sus finanzas. Una fuente de ANCAP indicó que el acuerdo implica "una especie de seguro" y que los dólares comprados se destinarán en gran parte a la compra de crudo. El ente compra por año 16 millones de barriles, lo que insume unos US$ 860 millones. El acuerdo cubre alrededor del 25% de esas compras.
