Las compras de la sacarosa sumaron 2,2 millones de kilos hasta junio de 2017, en el mismo periodo del 2016 fueron 62.687 kilos. El quintal del producto argentino está a Bs 205 y el nacional a Bs 220
FUENTE: EL DEBER

La crisis económica que viven Argentina y Brasil, y que trajeron consigo la depreciación de sus monedas y, por ende, un precio más bajo de sus productos, permite que muchos de ellos, como el azúcar, aumenten sus ventas externas a Bolivia, generando el rechazo de los ingenios nacionales. Esta situación se confirma con los 2,2 millones de kilos (2.231 toneladas) que sumaron las importaciones de azúcar al país entre enero y junio de este año, según datos de Instituto Nacional de Estadística. En el mismo periodo de tiempo de 2016, las compras externas del endulzante totalizaron 62.687 kilos (62,6 toneladas).

Argentina concentra el 94,2% de las compras nacionales de azúcar registradas en el primer semestre del año. Brasil (a razón de Bs 2,30 el kilo), con un 3,5%, ocupa el segundo lugar. EL DEBER hizo un recorrido por los mercados Abasto y La Ramada, donde evidenció que el quintal de azúcar argentina se comercializa a Bs 205, es decir, Bs 15 menos de lo que cuesta el quintal nacional (Bs 220). Para el economista Teófilo Caballero todas las importaciones de productos, tanto de Brasil como de Argentina, están fuertemente influenciadas por dos factores: la depreciación de sus monedas (aumento en el tipo de cambio) y la utilización de biotecnología, que les permite ser más competitivos en el contexto internacional. “Argentina ha desplazado a Brasil en las importaciones de azúcar a Bolivia porque sus devaluaciones cambiarias han sido mucho más fuertes”, manifestó el economista. Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, indicó que no existe ninguna restricción para importar el endulzante al territorio nacional.

La cantidad representa un 0,5% del consumo nacional de azúcar anual, estimado en 8,5 millones de quintales. Impacto y producción local Los ingenios azucareros afirman que cuentan con la capacidad suficiente para abastecer el mercado interno. Incluso, este año calculan que habrá excedentes (estiman producir más de nueve millones de quintales) para exportar. Juan Carlos Velarde, gerente comercial de Aguaí, indicó que tendría que darse una situación climática extrema (sequía o riada) para no poder cumplir con el abastecimiento nacional de azúcar.

“La importación afecta, aunque no sea en grandes cantidades”, expresó. El ejecutivo, además, reveló que han identificado que en el norte del país ingresa azúcar de contrabando desde Brasil. En 2016, Aguaí produjo 1,04 millones de quintales (su primera producción). Para este año estima producir 1,4 millones de quintales. Para Marcelo Fraija, gerente general de Unagro, es absurdo que se esté importando azúcar por el buen desempeño de la zafra. Unagro el año pasado produjo 2,5 millones de quintales. Para 2017 espera superar los tres millones de quintales.

“Es una preocupación, no solo para el sector industrial azucarero, sino para el cañero porque es una cadena productiva. Se ha visto que en años anteriores ha ingresado azúcar (legal y de contrabando) y esto ha generado mayor competencia para un sector que está sujeto a restricción de exportación”, sostuvo Rodríguez. A decir de Caballero, de mantenerse esa tendencia al alza en la importación del endulzante, afectará a la industria nacional formal. “Nuestros empresarios no pueden competir con el tipo de cambio devaluado y encima con el contrabando”, dijo. Esto significa la pérdida de mercado, menos ganancia para los empresarios y menos posibilidades de crear empleos para los jóvenes, de acuerdo con el economista.