El Fondo para la Revolución Industrial Productiva (Finpro) financiará la construcción y puesta en marcha de la nueva planta de concentración de minerales de estaño y zinc en Colquiri.
FUENTE: CAMBIO

El gerente general de la Empresa Minera Colquiri (EMC), David Alejandro Moreira, señaló que la planta, instalada en La Paz, demandará una inversión de $us 77 millones de los cuales el Finpro aportará el 80% y el resto estará a cargo la EMC. “Se ha visto por conveniente que el Finpro nos financie este proyecto, pensamos firmar el contrato hasta fin de año”, informó Moreira. El Finpro es una entidad que financia emprendimientos productivos de empresas públicas con créditos del Banco Central de Bolivia (BCB).

En noviembre de 2016, la empresa Colquiri firmó un contrato con los ejecutivos de la empresa boliviana Ziegel y la entidad financiera Nalex para construir la planta de tratamiento de concentrados. Sin embargo, por problemas de representación de Nalex se decidió dejar sin efecto el convenio. Moreira señaló que una vez que se firme el contrato con el Finpro, se habilitará una licitación internacional para que una empresa con experiencia en el rubro se encargue de la edificación del proyecto. “Se habilitará una licitación internacional, queremos que se presenten grandes empresas solventes, que tengan toda la tecnología porque necesitamos una buena planta”, remarcó el ejecutivo de Colquiri. Entre las principales características del complejo destaca la capacidad de tratar 2.000 toneladas por día de concentrados de estaño y zinc. La construcción de la obra tomará 24 meses y la calibración de equipos para su puesta en marcha cerca de seis meses. Con la actual planta de tratamiento se procesa cerca de 1.300 toneladas por día.

La nueva planta de procesamiento posibilitará a Colquiri incrementar su producción de concentrados de estaño y zinc para cubrir la demanda de la Empresa Metalúrgica Vinto, en Oruro, que produce lingotes de estaño. Ganancias de la empresa Las utilidades de la empresa pública sumaron $us 12,3 millones entre enero y julio de este año, se espera cerrar el 2017 con una ganancia neta de $us 20 millones.

“Actualmente, de enero a julio de 2017, estamos con 12.331.000 dólares, pensamos alcanzar entre 19 y 20 millones de dólares de utilidades en este año”, informó Moreira en conferencia de prensa. En 2015, Colquiri registró una utilidad de $us 5,6 millones por la baja cotización de los minerales, un año después reportó $us 16,7 millones. Respecto a los ingresos de la empresa por la venta de estaño y zinc, Moreira dijo que en 2016 se captaron $us 73,1 millones y hasta julio de este año $us 47,7 millones, con tendencia a superar la cifra del año pasado.

YPFB apunta llegar al mercado peruano con gas natural licuado El Estado boliviano perfila exportar gas natural licuado (GNL) a las poblaciones fronterizas de Perú, informó el lunes el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez. Con la tecnología del GNL, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) amplió la cobertura de gas domiciliario a la población fronteriza de Copacabana, y se espera firmar un convenio para exportar gas a Perú.

“Como llegamos a Copacabana con las regasificadoras, entonces nos interesa mucho que poder llegar a algunas poblaciones cercanas de Perú con GNL, y abastecer el desarrolló del Perú en corto plazo”, informó Sánchez. En el marco del III Gabinete Binacional Perú – Bolivia, los ministros de Estado firmaron la pasada semana más de cien compromisos para fomentar la integración y cooperación en diversos temas, entre ellos acuerdos de hidrocarburos. Luis Sánchez detalló que Bolivia tiene el interés de participar en la licitación internacional para edificar e instalar redes de gas en siete poblaciones de Perú.

“Se trata de la construcción de líneas primarias, secundarias, acometidas, provisión de gas en los primeros años. Tenemos la seguridad de que ganaremos por los precios, por la capacidad que tiene YPFB en redes de gas”, agregó el Ministro de Hidrocarburos. Dijo que Perú está interesado en recibir un asesoramiento de Bolivia para controlar la producción y comercialización de hidrocarburos tomando en cuenta que esa industria es operada por empresas privadas internacionales que no rinden cuentas al Estado.