FUENTE. EL MUNDO
Transportistas de combustibles en cisternas pidieron ayer un incremento de Bs 200 a Bs 250 por cada viaje que realizan de la refinería Guillermo Elder Bell (Palmasola) a los surtidores de la ciudad. El sector, junto a los transportistas de granos y agregados, paró sus labores por 12 horas debido a los bajos ingresos que perciben. César Mansilla, representante de la asociación de cisterneros, indicó que ahora les pagan Bs 200 por llevar 10.000 litros de combustibles a los surtidores.
En el caso del transporte de 30.000 litros hasta el municipio de San Julián (distante a 150 kilómetros), el pago es de Bs 2.500. Hacia el municipio de Montero (distante a 60 kilómetros), el pago es Bs 1.400 por llevar también 30.000 litros de combustible. Mansilla aseguró que en todos los casos el pago es muy poco tomando en cuenta lo que se gasta en el mantenimiento del motorizado y otros gastos, por eso piden al Gobierno regular la tarifa de los fletes mediante ley. “Con los gastos que tenemos en combustible, alimentación, peaje e impuestos, ya no hay utilidad, estamos trabajando a pérdida”, expresó el dirigente del sector transporte. Mansilla añadió que por si fuera poco la Agencia Nacional de Hidrocarburos quiere imponer una reglamentación para inscribirlos y así seguir trabajando.
El sector del transporte pesado a nivel general denuncia que hay una competencia desleal de parte de transportistas que llegan de otros departamentos y cobran más barato por los fletes. Si bien por ahora hay un cuarto intermedio en las medidas de presión, esperan que el Gobierno los convoque para buscar alguna solución o paliativo a la baja demanda de transporte de diferentes productos. La caída en la producción de soya es el golpe que más han sentido los transportistas. Los productores aseguran que están con las manos atadas porque no pueden invertir más porque no hay las condiciones, y no pueden producir más.
DATOS El sector del transporte pesado paró sus labores ayer por 12 horas debido a la caída de la tarifa de los fletes y la aparición de competencia que llega desde el interior.
Transportistas de combustibles en cisternas pidieron ayer un incremento de Bs 200 a Bs 250 por cada viaje que realizan de la refinería Guillermo Elder Bell (Palmasola) a los surtidores de la ciudad. El sector, junto a los transportistas de granos y agregados, paró sus labores por 12 horas debido a los bajos ingresos que perciben. César Mansilla, representante de la asociación de cisterneros, indicó que ahora les pagan Bs 200 por llevar 10.000 litros de combustibles a los surtidores.
En el caso del transporte de 30.000 litros hasta el municipio de San Julián (distante a 150 kilómetros), el pago es de Bs 2.500. Hacia el municipio de Montero (distante a 60 kilómetros), el pago es Bs 1.400 por llevar también 30.000 litros de combustible. Mansilla aseguró que en todos los casos el pago es muy poco tomando en cuenta lo que se gasta en el mantenimiento del motorizado y otros gastos, por eso piden al Gobierno regular la tarifa de los fletes mediante ley. “Con los gastos que tenemos en combustible, alimentación, peaje e impuestos, ya no hay utilidad, estamos trabajando a pérdida”, expresó el dirigente del sector transporte. Mansilla añadió que por si fuera poco la Agencia Nacional de Hidrocarburos quiere imponer una reglamentación para inscribirlos y así seguir trabajando.
El sector del transporte pesado a nivel general denuncia que hay una competencia desleal de parte de transportistas que llegan de otros departamentos y cobran más barato por los fletes. Si bien por ahora hay un cuarto intermedio en las medidas de presión, esperan que el Gobierno los convoque para buscar alguna solución o paliativo a la baja demanda de transporte de diferentes productos. La caída en la producción de soya es el golpe que más han sentido los transportistas. Los productores aseguran que están con las manos atadas porque no pueden invertir más porque no hay las condiciones, y no pueden producir más.
DATOS El sector del transporte pesado paró sus labores ayer por 12 horas debido a la caída de la tarifa de los fletes y la aparición de competencia que llega desde el interior.