El ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, denunció ayer domingo que las empresas que se oponen en rotundo a la disminución, en 48%, de la subvención estatal al gas industrial recaudaron 260 millones de bolivianos en ganancias el año precedente y consideró una paradoja que el sector domiciliario pague más que el empresarial.
FUENTE: EL DEBER

A criterio del Ministro, la medida responde "al sentido común pues no es posible que (el sector industrial) tenga la tarifa más baja y con utilidades muy altas, con una afectación a la estructura de costos es de 5%, además que el gas no es un insumo importante de estas industrias".

Poco más de un millar de empresas que utilizan gas para sus procedimientos industriales rechazaron la poda de la subvención estatal, inscrita en la política de readecuación del sector energético en el país tras la debacle en los precios internacionales del crudo. "Y son empresas que generan recursos utilidades. Son 9 empresas que tienen utilidades por 260 millones de bolivianos año", afirmó el Ministro al tiempo de rechazar la campaña de rechazo a la medida realizada por las empresas. "Tenemos que hacer varios reajustes y uno de estos ajustes es esto. Seguir subsidiando pero no es esa forma tan grande, (tanto) que el sector domiciliario pague más que el industrial", insistió. La afectación en las empresas grandes es del 5% y en las menores está entre el 2% y 1%, es decir "no existe una afectación sustancial y entonces no tendrían por qué subir el precio al usuario final, ni por qué despedir a ningún funcionario, pues no se está afectando a su estructura de costos.

De acuerdo con Sánchez la medida de reajuste en el sector energético de Bolivia afecta el 2% de la estructura de costos de las empresas, grava, a lo sumo, el 5% de las utilidades y permitirá al Estado recaudar cerca de 20 millones de dólares año. Se trata, insistió, de equilibrar el sector y de potenciar la instalación de redes de gas domiciliario que en la última década pasó de beneficiar a 3,5 millones de bolivianos, 1.000% más que en 2005, cuando sólo operaban 40.000 conexiones. En Bolivia funcionan, a la fecha, 800.000 instalaciones de gas domiciliario. De todas formas, el gas industrial sigue siendo en Bolivia el más barato en América Latina, aguijoneó. Hasta antes del recorte de la subvención, el denominado sector domiciliario pagaba, por cada millar de pies cúbicos, 3,87 dólares. Por el mismo concepto, el sector comercial 3,97 dólares y, paradójicamente desde 1998, 1,7 dólares el industrial gravado por la medida reciente. El recorte de la subvención al sector industrial es del orden del 48%, que concierne a 9 grandes industrias. Un peldaño más abajo, designado el segmento 3, que agrupa a empresas "importantes" la reducción es del 40%, 14 puntos más que al segmento 2 y más aún, 31 más que el 1.

"La de Bolivia es la tarifa más baja de la región, en cuanto al precio que se considera para el sector industrial" precisó. Según Sánchez, el precio por millar de pies cúbicos es ínfimo frente a los 7,35 de Argentina, casi 10 en Chile y casi 12 dólares en Brasil. "Por sentido común estamos nivelando estas tarifas", enfatizó. Fruto de la disminución de la subvención, la escala de precios en el sector industrial, por millar de pies cúbicos, establece un incremento a 1,8 dólares en el segmento industrial 1; a 2,1 dólares en el 2; a 2,3 en el 3 y a 2,5 dólares en el 4. En Bolivia operan 156.000 usuarios domiciliarios, comerciales, industriales y GNV. El recorte afecta, siempre según Sánchez, al 0,1% de los usuarios. Por lo tanto, el ministro dijo que el Gobierno no esperaba incrementos al consumidor final y menos despidos.