FUENTE: JORNADA
La normativa fue aprobada el pasado 9 de agosto. Se basa en el fortalecimiento de los principios de oportunidad, eficacia, efectividad y sobre todo responsabilidad; principios que ya están plasmados en la normativa hidrocarburífera, pero son precisados en el marco de los mecanismos de aplicación de este nuevo decreto supremo. "Todas las empresas petroleras en el mundo han supeditado sus estrategias operativas y comerciales a los mercados mundiales actuales del petróleo y gas, siendo uno de sus indicadores las fluctuaciones del precio del WTI.
En este contexto, Bolivia no es la excepción, ya que su industria hidrocarburifera debe ir al ritmo del oleaje de los mercados y precios mundiales en cuanto a operaciones y costos se refiere. Esto hace que nuestra empresa YPFB sea más eficiente, resiliente y competitiva", explicó el ministro Sánchez. El DS. 3278, da las herramientas a YPFB para que pueda generar trazabilidad respecto al desarrollo de una actividad, obra o proyecto; desde su planteamiento hasta la finalización operativa en campo. Asimismo la normativa, establece parámetros objetivos, razonables y eficientes para la aprobación de adendas a los proyectos de inversión que sean ejecutados de manera oportuna. "Esta normativa plantea mecanismos que dan garantías para que las actividades petroleras se ejecuten de acuerdo a su programación y no sean retrasadas o reprogramadas periódicamente sin justificativos, dilatando los tiempos en la ejecución de los proyectos. Esta medida acelera las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos".
Finalmente, "esta normativa genera mecanismos y provee de herramientas a la institución que regula las actividades hidrocarburíferas como es la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), con la finalidad de que esta institución en el marco de su atribución regulatoria de control y fiscalización pueda lograr que todas las operaciones petroleras en campo y sus respectivos costos estén acorde a la realidad nacional e internacional", concluyó.
La normativa fue aprobada el pasado 9 de agosto. Se basa en el fortalecimiento de los principios de oportunidad, eficacia, efectividad y sobre todo responsabilidad; principios que ya están plasmados en la normativa hidrocarburífera, pero son precisados en el marco de los mecanismos de aplicación de este nuevo decreto supremo. "Todas las empresas petroleras en el mundo han supeditado sus estrategias operativas y comerciales a los mercados mundiales actuales del petróleo y gas, siendo uno de sus indicadores las fluctuaciones del precio del WTI.
En este contexto, Bolivia no es la excepción, ya que su industria hidrocarburifera debe ir al ritmo del oleaje de los mercados y precios mundiales en cuanto a operaciones y costos se refiere. Esto hace que nuestra empresa YPFB sea más eficiente, resiliente y competitiva", explicó el ministro Sánchez. El DS. 3278, da las herramientas a YPFB para que pueda generar trazabilidad respecto al desarrollo de una actividad, obra o proyecto; desde su planteamiento hasta la finalización operativa en campo. Asimismo la normativa, establece parámetros objetivos, razonables y eficientes para la aprobación de adendas a los proyectos de inversión que sean ejecutados de manera oportuna. "Esta normativa plantea mecanismos que dan garantías para que las actividades petroleras se ejecuten de acuerdo a su programación y no sean retrasadas o reprogramadas periódicamente sin justificativos, dilatando los tiempos en la ejecución de los proyectos. Esta medida acelera las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos".
Finalmente, "esta normativa genera mecanismos y provee de herramientas a la institución que regula las actividades hidrocarburíferas como es la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), con la finalidad de que esta institución en el marco de su atribución regulatoria de control y fiscalización pueda lograr que todas las operaciones petroleras en campo y sus respectivos costos estén acorde a la realidad nacional e internacional", concluyó.