"Sólo estoy mirando", es la típica frase que decimos cuando, al deambular por una tienda, se nos acerca un empleado y nos pregunta educadamente si necesitamos ayuda.

personas comprando en una tienda
BBC Mundo

Escuchar esa frase en Londres en 1888 impresionó profundamente a un extravagante comerciante estadounidense: Harry Gordon Selfridge, que por aquel entonces recorría las grandes tiendas de Europa en busca de ideas. Viena, Berlín, París, Manchester y, después, Londres, estuvieron entre sus destinos para cumplir con el motivo de su viaje: recoger consejos de venta para su empleador de entonces, el comerciante de Chicago Marshall Field, a quien debemos el aforismo: "el cliente siempre tiene razón".

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