Empresarios. Ven inadecuada la decisión que generará daño al país en cuanto a inversiones.
FUENTE: EL DÍA

La Comisión de Planificación, Política Económica y Finanzas de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) aprobó el proyecto de ley por el cual se modifica la alícuota adicional al Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE) de intermediación financiera del 22 al 25%, solo si el coeficiente de rentabilidad respecto al patrimonio de las entidades excede el 6%. Detalles del proyecto. El texto del artículo 51, modificado de la Ley 843 de Reforma Tributaria, aprobado en la comisión legislativa, señala que "cuando el coeficiente de rentabilidad respecto del patrimonio de las entidades de intermediación financiera, regulados por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) exceda el 6%, las utilidades netas imponibles de estas entidades estarán gravadas con una alícuota adicional al IUE, el 25%".

Mientras que la disposición única final señala que "la alícuota adicional del Impuesto sobre las Utilidades de las Empresas para las entidades de intermediación financiera, modificada por la presente ley, será aplicable a las utilidades resultantes a partir de la gestión 2017". Observan los efectos de la ley.

El diputado de oposición Rodrigo Guzmán lamentó que en el proyecto de ley no se haya contemplado los múltiples efectos que tendrá esta medida sobre las entidades financieras, que otorgan créditos productivos a las pequeñas empresas y otros sectores golpeados por el nuevo contexto económico y los desastres naturales. Según el asambleísta, a pesar de que la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) demostró que en los hechos más del 60% de sus ingresos son destinados a impuestos, y que este nuevo ajuste tendrá efectos negativos en las finanzas de las entidades financieras, y por ende en el sector productivo.

Empresarios lamentan esta decisión. El presidente del la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, lamentó que se haya aprobado este proyecto, toda vez que es un mal mensaje que se envía a los inversionistas extranjeros y un golpe muy duro para los nacionales. "No es un buen momento para el empresariado en Bolivia, además utilizando el argumento que la banca tiene las ganancias tiene las posibilidades de pagar, eso genera una inestabilidad bastante fuerte", expresó el empresario. Entre tanto, Asoban no emitió pronunciamiento aún.