TNS LATAM
 

NEUQUÉN. La petrolera nacional lanza 10 nuevos pilotos buscando ampliar las fronteras del shale neuquino. Irá a las zonas de gas seco. La estrategia es poner en valor las áreas para conseguir socios.

 

Sin embargo en el horizonte se percibe un cambio de época.

 

La nueva conducción de la compañía busca alejarse del modelo intensivo de exploración que ensayó el ex-CEO, Miguel Galuccio, y apuesta a una estrategia más acotada que mejore los costos operativos, que se financie con el flujo de caja y que se aleje de la toma de deuda. El plan de Miguel Gutiérrez y Ricardo Darré (presidente y CEO de YPF) busca encaminar proyectos que lleven a nuevos socios.

 

Según informó la operadora en una reunión con inversores en Nueva York destinará 450 millones de dólares para desarrollar los 10 pilotos. Si bien los planes aún no fueron presentados a la Provincia, se cree que serán unos cuatro o cinco pozos por área.

 

Una fuente del sector aseguró que la época de los pilotos multimillonarios se terminó. La cifra que destinará YPF en la decena de proyectos de exploración –en desarrolló desembolsará más de u$s 2.600 millones– es lo que tiempo atrás proyectaba para una sola área. Tampoco es algo novedoso: sólo el piloto de Loma Campana (Chevron-YPF) trepó a los u$s 1.250 millones. Los que le siguieron no superaron los u$s 600 millones.

 

Esta suerte de colonización del costado más salvaje de Vaca Muerta, compuesto por aquellas áreas alejadas de Loma Campana, centro de las principales instalaciones no convencionales de YPF, busca llegar a otras zonas atractivas del shale neuquino. Inicialmente la reducción de costos pasaba por explotar la zona caliente, alrededor de Añelo, aprovechando la infraestructura desarrollada, pero el nuevo paradigma pasa por ampliar el mapa no convencional.

 

Una de las áreas en carpeta es Bajada de Añelo. Ahí la petrolera nacional se asoció con Shell que será la financista de un proyecto de u$s 300 millones. La angloholandesa se quedará con el 50% del área y además será la operadora. Ese perfil de modelo asociativo es el que busca YPF a futuro.

 

Sin embargo para conseguir socios e inversiones importantes necesita mejorar la calificación del acreaje en algunas zonas de la formación.

 

Este golpe de maquillaje por el que la conducción de la compañía apuesta no es un prospecto liviano. Sumar estudios de sísmica y resultados de perforaciones exploratorias mejora las ventajas de cada área ante posibles inversiones y socios. Pero fundamentalmente permite perfilar una estimación real de recursos recuperables que están en el subsuelo: algo que objetivamente le pone un precio de mercado a la oferta.

 

El zoom hacia el gas

 

YPF tiene cerca del 50% de la torta de 30.000 kilómetros cuadrados que ofrece Vaca Muerta. Los próximos proyectos, tras la extensión de los subsidios al precio y el aumento al valor en boca de pozo, buscan profundizar la ventana de gas seco.

 

Pero esta apuesta agregará otra novedad. Los 10 pilotos se repartirán entre áreas casi sin actividad y otras con proyectos pilotos o desarrollos masivos en marcha. Incluso se anotan áreas con concesión no convencional aprobada por la provincia.

 

Los campos con desarrollo son: Loma Campana (shale oil); El Orejano (shale gas) y; Rincón del Mangrullo (tight gas). Pilotos hay en: La Amarga Chica (shale oil); Bajada de Añelo (shale oil y shale gas); Bajo del Toro (estuvo EOG Resources y se retiró); Bandurria Sur (shale oil) y; La Ribera I (shale gas). El resto de las áreas que busca poner en valor YPF son: Aguada la Arena, Cerro Arena y Salinas del Huitrin.

 

Post maquillaje

 

Lo que por ahora se mantiene bajo reserva es la estrategia que utilizará la petrolera nacional para salir a conseguir socios una vez que tenga en marcha el nuevo paquete de pilotos. Si bien es apresurado pensar en alternativas por estas horas, el impulso que comienza a tomar el shale en Estados Unidos podría apresurar los movimientos en la Cuenca Neuquina.

 

Hasta ahora la petrolera nacional utilizaba un esquema de negociación individual con la firma de acuerdos de entendimientos. Sin embargo a principio de este año no se descartaba moverse hacia los road show, un esquema de ronda de negocios con inversionistas donde se presenta un paquete de activos y se analizan ofertas singulares o por bloques. Este esquema es utilizado por la empresa provincial GyP .

 

En la última charla con inversores Darré acentuó el capítulo sobre la reducción de los costos de perforación. En dos años el desembolso para un pozo horizontal, con 16 etapas de fractura promedio, pasó de u$s 16,6 millones a unos u$s 8,2 millones. Incluso anticipó que para este año esperan poder hundir esos valores entre un 10 y 15 por ciento. El conocimiento que la petrolera nacional tiene sobre Vaca Muerta, una de las formaciones no convencionales más productivas del mundo, será clave en las próximas asociaciones.

 

En números u$s 450 millones destinará para la decena de desarrollos exploratorios que planificó en este año. u$s 8,2 millones le cuesta a YPF un pozo horizontal con unas 16 etapas de fractura. 5 pozos por área se estima que realizará la operadora nacional para cubrir el plan de pilotos. El cambio de estrategia en la compañía apunta a desarrollar proyectos apoyados en una optimización de recursos, con fondos propios y sin deuda. En las zonas donde se realizarán los nuevos planes hay áreas con desarrollos masivos, otras con pilotos y campos con poca actividad. El otro mapa Puntos clave Áreas. La compañía busca moverse hacia el oeste, sobre la ventana de gas seco. En ese mapa hay siete campos con prospectos para desarrollar el hidrocarburo. Costos. En el último trimestre del 2016 la operadora redujo los costos de perforación un 20%. Espera continuar con ese camino y bajar entre un 10 y 15% más. Socios. La estrategia de mejorar las perspectivas de al menos 10 áreas tiene como objetivo revalorizarlas para salir a buscar inversores. Horizonte. YPF quiere extender su conocimiento sobre Vaca Muerta y eso implica salir de la zona donde se concentra el nodo de infraestructura: Loma Campana.