Fuente: BAE
La demanda de electricidad por parte de la industria registró en enero una baja del 4,94%, y hubo desplomes de hasta el 95% en algunas plantas de grandes compañías junto con la cancelación de turnos de producción y la eliminación de productos sin margen de rentabilidad o directamente suspendieran líneas de fabricación ante la falta de demanda por la retracción del consumo, según se desprende de datos oficiales. La compleja situación industrial -en la que también juega un papel clave la apertura de importaciones para varios sectores- hizo que las empresas decidan adelantar vacaciones y hacer paradas estratégicas, respondiendo también a situaciones estacionales.
Eso hizo que la compra industrial de electricidad cayera con fuerza durante todo 2016, con un pico del 17% en agosto, y subas sólo en diciembre (1%), noviembre (6%) y mayo (1%), según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). De un reporte interno de Cammesa sobre 460 grandes industrias relevadas en todo el país se advierte que algunas empresas decidieron directamente cerrar sus puertas durante el primer mes del año y retomar su actividad en febrero. Las principales bajas se dieron en el papel y la madera, con un retroceso del 17% en enero; la actividad petrolera, con una baja del 10%; los productos metálicos no automotrices, con un descenso del 12% y el sector textil, que se desinfló un 10%. Además, dos sectores que miden la “temperatura” de la economía como son el consumo (comercio) y la industria de la construcción mostraron una caída de la demanda del 4 por ciento anual durante el primer mes del año.
Entre los grandes clientes del sistema eléctrico nacional hay empresas que bajaron casi totalmente su demanda: un caso es la firma Air Liquide (dedicada a la producción y comercialización de gases industriales y medicinales), con una baja del 94,39% respecto de enero de 2016. La siderúrgica Acindar Rosario bajó su demanda de electricidad en un 79,35% anual en enero y el ingenio La Providencia (Arcor) dedicado al procesamiento de caña en Río Seco, Tucumán, bajó su demanda en un 94,08%. La estatal AYSA disminuyó un 26,49% su demanda de electricidad en la estación elevadora Centro -ubicada en el barrio porteño de Balvanera- durante el primer mes del año.
Eso hizo que la compra industrial de electricidad cayera con fuerza durante todo 2016, con un pico del 17% en agosto, y subas sólo en diciembre (1%), noviembre (6%) y mayo (1%), según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). De un reporte interno de Cammesa sobre 460 grandes industrias relevadas en todo el país se advierte que algunas empresas decidieron directamente cerrar sus puertas durante el primer mes del año y retomar su actividad en febrero. Las principales bajas se dieron en el papel y la madera, con un retroceso del 17% en enero; la actividad petrolera, con una baja del 10%; los productos metálicos no automotrices, con un descenso del 12% y el sector textil, que se desinfló un 10%. Además, dos sectores que miden la “temperatura” de la economía como son el consumo (comercio) y la industria de la construcción mostraron una caída de la demanda del 4 por ciento anual durante el primer mes del año.
Entre los grandes clientes del sistema eléctrico nacional hay empresas que bajaron casi totalmente su demanda: un caso es la firma Air Liquide (dedicada a la producción y comercialización de gases industriales y medicinales), con una baja del 94,39% respecto de enero de 2016. La siderúrgica Acindar Rosario bajó su demanda de electricidad en un 79,35% anual en enero y el ingenio La Providencia (Arcor) dedicado al procesamiento de caña en Río Seco, Tucumán, bajó su demanda en un 94,08%. La estatal AYSA disminuyó un 26,49% su demanda de electricidad en la estación elevadora Centro -ubicada en el barrio porteño de Balvanera- durante el primer mes del año.